Crónicas peregrinas
Claudia Constantino
Nada es más importante para la clase política mexicana que su permanencia en el poder. Ni la crisis económica, ni la crisis sanitaria ocasionada por la propagación del virus SARS-COV2, que ha puesto al mundo entero de rodillas, consiguen cambiar las prioridades de quienes hoy detentan el poder en México. Por eso, los primeros movimientos camino a las elecciones intermedias en junio del próximo año, ya comenzaron.
La semana pasada se anunció la alianza MORENA-PT-PVE. Pocos días después de la denuncia presidencial de un movimiento denominado BOA con el cual, a dichos de Andrés Manuel López Obrador pretenden atajar a MORENA en su avance político. Para muchos, este fue solo un distractor más de los que acostumbra el primer mandatario para distraer la atención de los temas que no le resultan convenientes, como los muchos cuestionamientos del manejo de la crisis sanitaria causada por el Covid19.
Lo cierto, es que en la elección del 2021 se decidirán los destinos tanto del gobierno federal, como del resto de los partidos políticos, Y por supuesto, determinará el futuro político de México. La del próximo año será una elección intermedia atípica. Se espera una participación mayor a la acostumbrada, porque no son pocos los sectores de la población que se sienten ignorados por el actual gobierno federal. Son muchas las voces que manifiestan descontento ante las políticas públicas imperantes y otros tantos se sienten decepcionados ante la expectativa generada por MORENA en las pasadas elecciones y que ya se van diluyendo, de manera dolorosa, para un buen número de ciudadanos que les entregaron su confianza en las urnas.
La agitación política no es menor debido a las circunstancias de excepción que se viven en el país a razón de la crisis sanitaria y su consecuente crisis en materia económica. Más de un millón de mexicanos han perdido su empleo en los últimos tres meses. Son muchas ya las familias que comienzan a sentir la necesidad de apoyos que no llegan. El gobierno federal no será el mismo antes y después de esta circunstancia.
Aunque muchos reconocen en el presidente que el mayor de sus talentos es: el estratega electoral que es, también tienen claro que la buena fortuna ha dejado de sonreírle y la política es de circunstancias mayormente. Hoy, lo favorable de los escenarios que pusieron en Palacio Nacional a MORENA, ya no están. Hoy enfermaron de covid19 y están conectadas al respirador artificial con muy mal pronóstico.
Ante tal situación han apresurado el anuncio del bloque MORENA-PT-PVE, lo que muchos actores políticos interpretan como una señal de miedo. Es muy importante para el presidente no perder la mayoría en el Congreso. Ello le permite movilidad y la facilidad de imponer lo que juzgue conveniente sin cabildeos de ninguna especie. A nadie sorprende el apoyo del Partido Verde al aliarse con MORENA, ya sucedió en Puebla, donde gracias a esa suma, Barbosa pudo ser gobernador. Tampoco es novedad ver al PT alineado en ese eje.
Lo realmente interesante es qué va a pasar con el PRI. Solo dos de los doce gobernadores priistas han hecho pronunciamientos abiertamente en contra del presidente. “No está en el ADN político” de los militantes del PRI ser oposición; no saben cómo. Pero también vale la pena hacer la consideración que el Andrés Manuel López Obrador de antes de la pandemia era temible. Esa es una circunstancia que está cambiando. Y aunque tiene gran poder aún, tiene demasiadas heridas abiertas en muy poco tiempo y demasiados frentes de batalla en un frenesí extenuante.
Toda la geopolítica del país comienza a moverse. La elección del 2021 ya está aquí. El último trámite es que los votantes acudan a las urnas. Pero esta carrera de fondo requerirá mucha resistencia por parte de los participantes. Y también nuevas ecuaciones políticas. Los militantes de todos los partidos saben que su participación ha comenzado ya y comienzan amover sus piezas.
¿Qué se necesitaría para ver una alianza PAN-PRI-PRD-MC? Esa, en las peores pesadillas del Presidente de México, quien sabe bien que: en la unión reside la fuerza.
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