Todo eran aplausos para la teniente Gloria Cházaro Berriel, cuando, hace ahora tres años, se convirtió en la primera mujer en comandar un buque de la Armada en México. Decenas de medios escribieron sobre su labor, su precocidad, su brillantez.
El secretario de la Marina, Rafael Ojeda, le mandó una carta ensalzando su trayectoria. Pero toda aquella algarabía, el orgullo de una nación, se convirtió en silencio el mes pasado, cuando Cházaro apareció muerta en casa de sus padres, en Veracruz, colgando de un cable atado a la escalera. Tenía 29 años.
Sospechas y dudas
De manera extraoficial, las autoridades hablaron de un suicidio. Deslizaron su teoría en medios locales y dejaron que el curso de los días enfriara el caso. Pero en conversaciones informales y mensajes intercambiados en el ámbito civil y naval, sospechaban que su muerte escondía en realidad una historia distinta, marcada por las discusiones que la joven mantuvo con su pareja horas antes de su muerte.
Recuerdos de una mujer alegre y comprometida
Sus amigos presentan a la teniente Cházaro como una persona alegre, con muchos planes para el futuro. Amigos cercanos e incluso compañeros de la Secretaría de Marina se extrañan de la hipótesis del suicidio. Describen su activismo feminista en redes y recuerdan su determinación para enfrentar los problemas de frente.
Frustración y falta de respuestas
Entrevistas con personas cercanas a Gloria Cházaro dibujan una molestia creciente con las autoridades. La Fiscalía de Veracruz mantiene abierta una indagatoria por la muerte de la teniente, pero no ha informado de avance alguno en semanas.
Las pesquisas están a cargo de una oficina local y no de la unidad regional especializada en casos de feminicidio, lo que ha generado cuestionamientos sobre la seriedad y prontitud de la investigación.
Un vínculo sospechoso
La atención se centra en la pareja de Cházaro, el capitán Octavio Capetillo, piloto de helicópteros de la Armada, quien desapareció tras la muerte de la teniente. Se especula si se trató de un suicidio o un asesinato, y las miradas se dirigen hacia Capetillo, quien no ha dado señales de vida desde el incidente.
La lucha por la verdad y la justicia
Mientras se intenta esclarecer la tragedia que envuelve a la teniente Cházaro, familiares y amigos velan por mantener viva la memoria de la joven y esperan respuestas claras sobre su partida. Las demandas de justicia por parte de la colectiva feminista Las Brujas del Mar se suman a la frustración por la falta de avances en la investigación.
La muerte de Gloria Cházaro ha dejado una profunda conmoción en la sociedad mexicana y la pregunta persiste: ¿fue un suicidio o un feminicidio?
La búsqueda de respuestas continúa, y la sociedad en su conjunto espera que este caso sea investigado con seriedad y celeridad, en un esfuerzo por prevenir y erradicar la violencia de género que sigue cobrando vidas en el país.