De acuerdo con la Secretaría de Salud, actualmente 20 millones de personas en México enfrentan adicción al alcohol. Este problema afecta con frecuencia a quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio, convirtiéndose en una problemática de salud pública a nivel nacional.
Juan Arturo Sabines Torres, presidente de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C., aseguró que, aunque el consumo per cápita de alcohol puede ser más bajo en México que en otros países, el patrón de consumo se caracteriza por ser excesivo. Esto significa que se consumen grandes cantidades en periodos cortos, principalmente los fines de semana.
En términos generales, el 55% de los adultos ha consumido alcohol alguna vez en su vida y, cuando se revisan los patrones de consumo excesivo, se encuentra que el 19%, es decir, 2 de cada 10 adultos en México, tiene un consumo excesivo de alcohol. Así lo indicó Sabines Torres en una rueda de prensa con motivo del 89 aniversario de Alcohólicos Anónimos, evento al cual tuvo acceso NotiPress.
Las Consecuencias del Alcohol en el Cerebro Adolescente
Gady Zabicky Sirot, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), señaló que a partir de la pandemia se incrementó el consumo de alcohol a edad temprana. Asimismo, advirtió que el cerebro adolescente es especialmente susceptible a los efectos del alcohol debido a los cambios físicos que ocurren en este período de la vida.
El consumo de alcohol a edad temprana tiene efectos inmediatos y a largo plazo significativos en el cerebro y el comportamiento. Inmediatamente, el alcohol afecta la toma de decisiones y el control de los impulsos, y puede reducir la percepción del peligro al interferir con la función de la amígdala. Además, produce sensaciones placenteras como la euforia, lo que puede incentivar el consumo repetido.
Por otro lado, el alcohol también puede causar lagunas mentales, donde las personas experimentan vacíos en la memoria debido a la interrupción temporal del proceso de consolidación de la memoria en el hipocampo. Este fenómeno es común entre los adolescentes, con aproximadamente uno de cada cinco reportando haber tenido una laguna mental inducida por el alcohol.
A largo plazo, el consumo de alcohol durante la adolescencia está asociado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos por consumo de alcohol y problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Investigaciones sugieren que el alcohol puede afectar negativamente la función cerebral, incluyendo áreas clave como el lóbulo frontal, el hipocampo, la amígdala y el cuerpo calloso. Esto puede impactar la cognición, la memoria y el rendimiento académico.
En conclusión, el problema del consumo excesivo de alcohol en México, especialmente entre los adolescentes, es una preocupación seria que requiere atención urgente y medidas efectivas para mitigar sus efectos perjudiciales a corto y largo plazo.