viernes, noviembre 22

Poza Rica, a 86 años de la fundación del campamento petrolero

Un 20 de diciembre, inició la historia de la ciudad que sería conocida como la capital petrolera de México.

Todo inició después del 18 de junio de 1930, el pozo número dos inició a producir aceite y de ahí a la gran metrópoli; después de aproximadamente veintidós años de explotar el Campo Furbero con algunos impasses, la Compañía El Águila inició en el perímetro del Kilómetro 56 un programa agresivo de perforación en Mecatepec y esta zona, hasta que llegó la euforia total, el Pozo Dos produjo con una presión descomunal que los ingenieros decidieron cerrar el pozo por temor a un estallido, esto fue suficiente para incrementar la instalación de torres de madera y encontrar el ansiado segundo auge petrolero.

Considerados como pozos lejanos, las torres se fueron multiplicando, el aceite del Pozo Dos era tan ligero y volátil que los ingleses lo utilizaron como carburante para la Maquinita y kalamazos, las expectativas se marcaban tan esperanzadoras que en el año de 1932 analizaban la posibilidad de trasladarse al Kilómetro 56, ya que la mayoría de localizaciones se programaron en este rumbo, bajo una investigación cuantitativa advirtieron que el costo era mejor acá, Mr. J. L. Princellar superintendente de la Compañía “El Águila” recibió de Tampico la orden de preparar el cambio de lugar y abandonar la Hacienda de Palma Sola, recinto de los ingleses.

En ese mismo año El Águila contrató a la Compañía Martín para el desmonte de los terrenos que habían comprado previamente, trazar los andadores, talleres, las colonias americanas y la obrera que ya se habían construido, el rumor de un cambio entre los trabajadores era grande, sólo que los ingleses mantenían mucho hermetismo en el asunto; en diciembre de 1932 la Compañía “El Águila” después de haber mandado un pequeño contingente a preparar; talleres, casas, oficinas y una ramal de vías decide mudarse definitivo al Campo Petrolero de Poza Rica.

El 20 de diciembre de 1932, el superintendente Mr. J. L. Princellar quien después de instalarse en su casa, salió de prisa a su nueva oficina para comunicarse por teléfono al edificio El Águila de Tampico, allá le contestó el gerente Mr. Gowlston, a quien le notificó el cierre de las oficinas de Palma Sola, asimismo le informó que a partir de ese momento despachaba en la superintendencia del “Campo Petrolero Poza Rica” oficialmente llamado de esta forma para recibir correspondencia oficial, lo que se considera el momento de la instalación del campo petrolero y por ende, la fundación de Poza Rica.

Detrás de Mr. J. L. Princellar llegó como parte de aquella peregrinación sobre la Maquinita manejada por Ibarra los 156 trabajadores y sus respectivas familias al nuevo campo, a la zaga quedaron las cinco colonias de “Palma Sola”: La Finca, Industrial, la “Y” griega, Americana y Obrera, en Poza Rica sólo se repitieron dos, la Americana y Obrera, en la actualidad sólo existe la segunda por que la primera después de la expropiación se llama Interior del Campo; en aquella fecha el primer recuento que se realizó arrojó 895 seres humanos en el campo Poza Rica.

Pronto llegó la Navidad que trajo alegría encontrada con la decepción de los niños, días antes en una avanzada unas casas se habían desmantelado en Palma Sola y enviado al Kilómetro 56, por lo que los desprotegidos durmieron dentro del casino mientras se instalaban en la nueva ubicación llamada colonia Obrera, al pie del cerro donde se ubicaría la batería de separación, por el ajetreo la primera Navidad fue triste, la recompensa, el día 25 de diciembre por parte de la compañía se hizo con dulces y juguetes para los niños siendo de esta forma el primer festejo de Nochebuena en el

Campo Petrolero de Poza Rica.
Después, día tras días destacó la arquitectura industrial, se ubicaron los cobertizos de los talleres, hoy legendario y emblemático que siguen dando servicio y atajando el tiempo, algunos han cambiado de función pero se conserva el casco estructural, la primera batería de separación se instaló sobre la cima del cerro, donde hoy son los frontones del “Deportivo Petrolero”. Los tanques de almacenamiento quedaron en las faldas de dicho altozano, metros más abajo la estación de bombeo con sus once chimeneas, sobresaliendo a todo esto la inolvidable Topping Plant, que era la planta que destilaba la gasolina en aquellos años mozos.

Los planes de perforación arrancaron y las pulsetas recobraron su ritmo, golpe a golpe hincaban tubería en busca del yacimiento, también las calderas seguían bufando sin cesar alimentando los equipos que operaran con el mismo afán, las torres de madera asomaban por encima de los árboles y se expandían por varios lugares, raudo se incorporaron los pozos tres, cinco, seis y siete, la producción fue tan generosa que la Compañía “El Águila” tomó acciones expansionistas, para los funcionarios, se mandó a construir el Casino, alberca y una cancha para tenis y el comedor hoy conocido como restaurante “Chicontepec”.
Para el mes de marzo de 1933, los trabajadores ven cristalizado el deseo de tener una escuela para sus hijos, cuando el señor J. L. Pricellar, superintendente de la Compañía “El Águila”, mandó a construir una escuela con estructura de madera, reanudando sus funciones con el carácter de Escuela Mixta, tuvo el nombramiento de escuela urbana Art. 123 de donde saldría la primera generación cuatro años después, ya que la instrucción primaria en aquellos años era de sólo cuatro años y fue bajo la instrucción de la insigne profesora María Esperanza Morales Mérida, de los primeros alumnos sobreviven algunos que honrosamente integraron su grupo llamado “Ex alumnos de la primera generación de la Escuela Articulo 123”.

Algunos días después, otro acontecimiento relevante para la historia de Poza Rica se dio cuando el español Mateo García Rodríguez, estableció la primera tienda de abarrotes llamada “La Comisaria”, lo que produjo una palabra regional, las amas de casas cuando iban a la compra decían: voy a comprar la comisaria, lo que hoy se dice voy al súper. El mismo personaje instaló la primera gasolinería frente a lo que fue la agencia de ventas, cuando los vehículos empezaban a circular en el campo petrolero, el primer automóvil que llegó a Poza Rica fue sobre una plataforma de La Maquinita, posteriormente un autobús urbano iniciando el auge de los automotores en este lugar, para el próximo año la Compañía “El Águila” inicia la construcción de una pista aérea en la parcela 34 hoy colonia Aviación Vieja, que se concluyó en 1936, inició con el establecimiento de la primera línea aérea de pasaje denominada Comunicaciones Aéreas de Veracruz que inició con seis aviones Pilgrim.
La perforación seguía en expansión y el Campo Mecatepec también dio buenas expectativas de producción, que tuvo el río Cazones como un obstáculo, pero se utilizó la cubierta de una lancha como chalan para tener acceso y enviar los recursos necesarios, años después se instaló en el cerro la batería IV; mientras el señor Román P. Olivares lanzaba a la circulación el primer rotativo en este lugar llamado “J. P. C.” de Poza Rica, los colaboradores fueron don Rogelio Sáenz, Salvador de la Rosa y Victoriano Ruiz Gómez; para el mes de agosto de 1934; en una acción expansiva de perforación, se inició el tramo de vía más complicado de la red para La Maquinita, el objetivo fue la localización del pozo 19, era el más lejano en la época de la Compañía “El Águila”, desde la Petromex se tuvieron que erigir cuatro puentes, tres de de ellos de grandes dimensiones, al presente el pozo esta taponado en el lugar conocido como “La Curva del Diablo” rumbo a Papantla.
La masonería llegó a Poza Rica el 5 de septiembre de 1934, se instaló la Logia, Fe, Luz y Verdad, cuyos integrantes coadyuvaron a darle luz, vida y fuerza a la conformación de este municipio, su participación fue esencial para lograr ser un ayuntamiento soberano; hasta la fecha esta Logia sigue siendo la más importante en esta localidad.

El 20 de noviembre de 1935, la compañía Sábalo Transportation” movilizó desde Tampico un grupo de 25 trabajadores con sus respectivas familias a la Petromex, con lo que este campo adquirió mayor relevancia y se convirtió más adelante en la Congregación Petromex, entre ellos venían dos personas que se convirtieron en ciudadanos destacados en aquella comunidad, don Adolfo Rendón Rendón y don Juan Aquiles Ponce Nolasco, conocimos por muchos como don Juan Quiles quien retando a los guardias blancas paró su casa junto al arroyo de ese lugar, siendo reconocido como el primer ciudadano de lo que más adelante fue la congregación Petromex, una de las 4 que formaron el municipio de Poza Rica, en la actualidad la colonia Petromex.
Después de una larga y cruenta lucha laboral el 15 de agosto de 1935 queda instituido el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, a Poza Rica le correspondió ser Delegación 2 de la Sección 1, el primer Secretario General fue el trabajador Gregorio Lozano González; también en ese mismo año el congreso del estado eleva a Poza Rica a la categoría de ranchería, así siguen llegando cientos de gentes sobre las plataformas de “La Maquinita” en busca de nuevos horizonte, por lo que para muchos esta fue la tierra prometida.
A falta de servicios médicos se fundó en la congregación de Poza Rica la loable Cruz Roja cuando se vivía el año de 1936, su ubicación fue en la colonia Obrera y cuya edificación fue de madera en forma de cruz con cinco cubículos, uno para los primeros auxilios, otro para hospitalización, el tercero para la utilería, al centro como sala de espera y en el quinto se instaló la dirección de la clínica. Su lema fue “Caridad y Patriotismo”. Hoy a ochenta y seis años de esta gesta heroica de fundar un campo petrolero en la selva tropical del totonacapan, vale la pena recordar, felicitara a los pocos que aun viven como: Héctor Cruz Montiel, Lupita Martínez junto con aquellos 156 trabajadores con esposa e hijos, a todos ellos mil gracias, se lo agradecemos de todo corazón.Poza Rica
Un día como hoy, 20 de diciembre, inició su fundación
Todo inició después del 18 de junio de 1930, el pozo número dos inició a producir aceite y de ahí a la gran metrópoli; después de aproximadamente veintidós años de explotar el Campo Furbero” con algunos impasses, la Compañía El Águila inició en el perímetro del Kilómetro 56 un programa agresivo de perforación en Mecatepec y esta zona, hasta que llegó la euforia total, el pozo Dos produjo con una presión descomunal que los ingenieros decidieron cerrar el pozo por temor a un estallido, esto fue suficiente para incrementar la instalación de torres de madera y encontrar el ansiado segundo auge petrolero.
Considerados como pozos lejanos, las torres se fueron multiplicando, el aceite del pozo Dos era tan ligero y volátil que los ingleses lo utilizaron como carburante para la Maquinita y kalamazos, las expectativas se marcaban tan esperanzadoras que en el año de 1932 analizaban la posibilidad de trasladarse al Kilómetro 56, ya que la mayoría de localizaciones se programaron en este rumbo, bajo una investigación cuantitativa advirtieron que el costo era mejor acá, Mr. J. L. Princellar superintendente de la Compañía “El Águila” recibió de Tampico la orden de preparar el cambio de lugar y abandonar la Hacienda de Palma Sola, recinto de los ingleses.

En ese mismo año El Águila contrató a la Compañía Martín para el desmonte de los terrenos que habían comprado previamente, trazar los andadores, talleres, las colonias americanas y la obrera que ya se habían construido, el rumor de un cambio entre los trabajadores era grande, sólo que los ingleses mantenían mucho hermetismo en el asunto; en diciembre de 1932 la Compañía “El Águila” después de haber mandado un pequeño contingente a preparar; talleres, casas, oficinas y una ramal de vías decide mudarse definitivo al Campo Petrolero de Poza Rica.
El 20 de diciembre de 1932, el superintendente Mr. J. L. Princellar quien después de instalarse en su casa, salió de prisa a su nueva oficina para comunicarse por teléfono al edificio El Águila de Tampico, allá le contestó el gerente Mr. Gowlston, a quien le notificó el cierre de las oficinas de Palma Sola, asimismo le informó que a partir de ese momento despachaba en la superintendencia del “Campo Petrolero Poza Rica” oficialmente llamado de esta forma para recibir correspondencia oficial, lo que se considera el momento de la instalación del campo petrolero y por ende, la fundación de Poza Rica.
Detrás de Mr. J. L. Princellar llegó como parte de aquella peregrinación sobre la Maquinita manejada por Ibarra los 156 trabajadores y sus respectivas familias al nuevo campo, a la zaga quedaron las cinco colonias de “Palma Sola”: La Finca, Industrial, la “Y” griega, Americana y Obrera, en Poza Rica sólo se repitieron dos, la Americana y Obrera, en la actualidad sólo existe la segunda por que la primera después de la expropiación se llama Interior del Campo; en aquella fecha el primer recuento que se realizó arrojó 895 seres humanos en el campo Poza Rica.
Pronto llegó la Navidad que trajo alegría encontrada con la decepción de los niños, días antes en una avanzada unas casas se habían desmantelado en Palma Sola y enviado al Kilómetro 56, por lo que los desprotegidos durmieron dentro del casino mientras se instalaban en la nueva ubicación llamada colonia Obrera, al pie del cerro donde se ubicaría la batería de separación, por el ajetreo la primera Navidad fue triste, la recompensa, el día 25 de diciembre por parte de la compañía se hizo con dulces y juguetes para los niños siendo de esta forma el primer festejo de Nochebuena en el Campo Petrolero de Poza Rica.
Después, día tras días destacó la arquitectura industrial, se ubicaron los cobertizos de los talleres, hoy legendario y emblemático que siguen dando servicio y atajando el tiempo, algunos han cambiado de función pero se conserva el casco estructural, la primera batería de separación se instaló sobre la cima del cerro, donde hoy son los frontones del “Deportivo Petrolero”. Los tanques de almacenamiento quedaron en las faldas de dicho altozano, metros más abajo la estación de bombeo con sus once chimeneas, sobresaliendo a todo esto la inolvidable Topping Plant, que era la planta que destilaba la gasolina en aquellos años mozos.
Los planes de perforación arrancaron y las pulsetas recobraron su ritmo, golpe a golpe hincaban tubería en busca del yacimiento, también las calderas seguían bufando sin cesar alimentando los equipos que operaran con el mismo afán, las torres de madera asomaban por encima de los árboles y se expandían por varios lugares, raudo se incorporaron los pozos tres, cinco, seis y siete, la producción fue tan generosa que la Compañía “El Águila” tomó acciones expansionistas, para los funcionarios, se mandó a construir el Casino, alberca y una cancha para tenis y el comedor hoy conocido como restaurante “Chicontepec”.
Para el mes de marzo de 1933, los trabajadores ven cristalizado el deseo de tener una escuela para sus hijos, cuando el señor J. L. Pricellar, superintendente de la Compañía “El Águila”, mandó a construir una escuela con estructura de madera, reanudando sus funciones con el carácter de Escuela Mixta, tuvo el nombramiento de escuela urbana Art. 123 de donde saldría la primera generación cuatro años después, ya que la instrucción primaria en aquellos años era de sólo cuatro años y fue bajo la instrucción de la insigne profesora María Esperanza Morales Mérida, de los primeros alumnos sobreviven algunos que honrosamente integraron su grupo llamado “Ex alumnos de la primera generación de la Escuela Articulo 123”.
Algunos días después, otro acontecimiento relevante para la historia de Poza Rica se dio cuando el español Mateo García Rodríguez, estableció la primera tienda de abarrotes llamada “La Comisaria”, lo que produjo una palabra regional, las amas de casas cuando iban a la compra decían: voy a comprar la comisaria, lo que hoy se dice voy al súper. El mismo personaje instaló la primera gasolinería frente a lo que fue la agencia de ventas, cuando los vehículos empezaban a circular en el campo petrolero, el primer automóvil que llegó a Poza Rica fue sobre una plataforma de La Maquinita, posteriormente un autobús urbano iniciando el auge de los automotores en este lugar, para el próximo año la Compañía “El Águila” inicia la construcción de una pista aérea en la parcela 34 hoy colonia Aviación Vieja, que se concluyó en 1936, inició con el establecimiento de la primera línea aérea de pasaje denominada Comunicaciones Aéreas de Veracruz que inició con seis aviones Pilgrim.
La perforación seguía en expansión y el Campo Mecatepec también dio buenas expectativas de producción, que tuvo el río Cazones como un obstáculo, pero se utilizó la cubierta de una lancha como chalan para tener acceso y enviar los recursos necesarios, años después se instaló en el cerro la batería IV; mientras el señor Román P. Olivares lanzaba a la circulación el primer rotativo en este lugar llamado “J. P. C.” de Poza Rica, los colaboradores fueron don Rogelio Sáenz, Salvador de la Rosa y Victoriano Ruiz Gómez; para el mes de agosto de 1934; en una acción expansiva de perforación, se inició el tramo de vía más complicado de la red para La Maquinita, el objetivo fue la localización del pozo 19, era el más lejano en la época de la Compañía “El Águila”, desde la Petromex se tuvieron que erigir cuatro puentes, tres de de ellos de grandes dimensiones, al presente el pozo esta taponado en el lugar conocido como “La Curva del Diablo” rumbo a Papantla.
La masonería llegó a Poza Rica el 5 de septiembre de 1934, se instaló la Logia, Fe, Luz y Verdad, cuyos integrantes coadyuvaron a darle luz, vida y fuerza a la conformación de este municipio, su participación fue esencial para lograr ser un ayuntamiento soberano; hasta la fecha esta Logia sigue siendo la más importante en esta localidad.
El 20 de noviembre de 1935, la compañía Sábalo Transportation” movilizó desde Tampico un grupo de 25 trabajadores con sus respectivas familias a la Petromex, con lo que este campo adquirió mayor relevancia y se convirtió más adelante en la Congregación Petromex, entre ellos venían dos personas que se convirtieron en ciudadanos destacados en aquella comunidad, don Adolfo Rendón Rendón y don Juan Aquiles Ponce Nolasco, conocimos por muchos como don Juan Quiles quien retando a los guardias blancas paró su casa junto al arroyo de ese lugar, siendo reconocido como el primer ciudadano de lo que más adelante fue la congregación Petromex, una de las 4 que formaron el municipio de Poza Rica, en la actualidad la colonia Petromex.
Después de una larga y cruenta lucha laboral el 15 de agosto de 1935 queda instituido el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, a Poza Rica le correspondió ser Delegación 2 de la Sección 1, el primer Secretario General fue el trabajador Gregorio Lozano González; también en ese mismo año el congreso del estado eleva a Poza Rica a la categoría de ranchería, así siguen llegando cientos de gentes sobre las plataformas de “La Maquinita” en busca de nuevos horizonte, por lo que para muchos esta fue la tierra prometida.
A falta de servicios médicos se fundó en la congregación de Poza Rica la loable Cruz Roja cuando se vivía el año de 1936, su ubicación fue en la colonia Obrera y cuya edificación fue de madera en forma de cruz con cinco cubículos, uno para los primeros auxilios, otro para hospitalización, el tercero para la utilería, al centro como sala de espera y en el quinto se instaló la dirección de la clínica. Su lema fue “Caridad y Patriotismo”. Hoy a ochenta y seis años de esta gesta heroica de fundar un campo petrolero en la selva tropical del totonacapan, vale la pena recordar, felicitara a los pocos que aun viven como: Héctor Cruz Montiel, Lupita Martínez junto con aquellos 156 trabajadores con esposa e hijos, a todos ellos mil gracias, se lo agradecemos de todo corazón.

José Luis Rodríguez Badillo

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