¡ A S Í E S !
Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
Qué más quisieran los mexicanos que un crecimiento económico aunque fuera mínimo pero constante pero las actuales condiciones económicas México, desafortunadamente, no lo garantizan y es algo que el gobierno federal, no ha valorado de ninguna manera con tal de presentar “cuentas del gran capitán”. Lo cierto y real, palpable, es que el país está en una crisis que puede llevarlo a la recesión. Más tardó el presidente André Manuel López Obrador, en presentar con la sonrisa sarcástica en el rostro, que le ha caracterizado desde el inicio de su sexenio, para que las voces expertas en cuestiones económicas, calificaran su Plan Nacional de Desarrollo, sin utilizar el término, como una ilusión, que el pueblo quisiera que se convirtiera en realidad para afrontar mejor el futuro.
Por lo pronto, Gabriela Siller, del Banco de México, advierte que si México sigue llevando a la baja su crecimiento económico, el riesgo de una recesión estará más latente que ahora y entonces la situación del país, se verá mucho más complicada. Estimó que aunque de momento el dólar no alcanza los 18 pesos, se prevé que llegue a los 20 en este mismo mes, lo que y significará un grave problema para el gobierno federal, lo que pondrá al país en una “situación bastante riesgosa” y quizá no se alcance el 1.2 por ciento de crecimiento en este año y menos aspirar al1.8 para el próximo, con todo y reconocer que hoy, “existe un peso apreciado”, pero no dejó de ver que el documento presentado por López Obrador la mañana de ayer, tiene una marcada “falta de coherencia y cohesión”.
Por su parte, Jorge Alonso Ortiz, del Centro de Investigación Económica de la UNAM, señaló sin aspavientos que “ni un milagro haría alcanzar la tasa de crecimiento prevista por el gobierno federal para este año”, por lo que calificó como “una encíclica papal”, el plan que André Manuel López Obrador, ha presentado y en el que destaca que esta vez, se elaboró un documento que en nada obedece a directrices extranjeras, es decir de “los organismos internacionales”, a la que durante los últimos 36 ajustaron los gobiernos neoliberales.
La OCDE fue más contundente en la voz de José Ángel Gurría, quien advirtió que si el antes Pemex hoy Pemex Empresa Productiva del Estado (PEPE) otrora palanca de desarrollo tiene una calificación adversa por cuanto a los empréstitos se refiere, “será un riesgo” para la economía del país. Forzosamente requiere de un crecimiento mayor y contundente. Carlos Urzúa, secretario de Hacienda y Crédito Público, estuvo cierto de que “Pemex es un riesgo para la estabilidad de México, una contingencia”. Todos consideran que llegar a un crecimiento del 6 por ciento como lo prevé López Obrador, sería ideal, pero deja de ser totalmente fuera de orden, como por otra parte, también lo es que se reduzca la tasa de inseguridad a un 50 por ciento, lo que manifiesta que el Presidente gobierna a otro país y vive una realidad tan distante como de la tierra a la luna.
Las reacciones a las ilusas metas del Plan Nacional de Desarrollo del presidente López Obrador, fueron inmediatas de todos los organismos de la economía del país, los que coincidieron sin utilizar el término insistimos, en que se trata de un documento pleno de ilusiones por estar fuera de la realidad del país, a menos que se adopten medidas precisas y una auténtica y firme disciplina económica porque de otra manera, no se ve por dónde puedan lograrse las metas que se prevén, aunque a decir verdad, cuanto dieran los mexicanos porque las estrategias que tiene que adoptar el mandatario, sean las correctas y se apliquen tal cual.
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