- Dirección General del INAH tenía conocimiento y no actuó para frenar el daño.
- Más de 12 hectáreas de terreno fueron devastadas por un particular.
Édgar Escamilla
Papantla, Ver.- El 14 de agosto, custodios de la Zona Arqueológica de El Tajín reportaron a la Dirección General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el ingreso de maquinaria pesada a un predio contiguo al edificio de Las Columnas; ocho días después, los daños son evidentes por el despalme del terreno y trabajos de barrenamiento dentro de la poligonal de protección.
A la distancia se observan las más de doce hectáreas que fueron taladas por un particular, presumiblemente para la construcción de una casa-bodega. No conformes, la vegetación que cubría los lomeríos aledaños a Tajín Chico fue quemada en su totalidad, dejando la zona llena de cenizas cubriendo parte de los vestigios que continuaban en el área sin descubrir. La maquinaria despalmó parte de un cerro, mientras con un barreno perforaron la tierra, impunemente.
De esta situación tenía conocimiento el antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del INAH, a quien le fue notificado el ingreso de la maquinaria desde el 14 de agosto, según se lee en el oficio NUM.48/DELEG-SIND-LOC/2019.
En un documento publicado por el Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH en su sitio en Internet, snp-inahinvestigadores.org, se le reclama la inacción cometida por el antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera, director general del Centro INAH Veracruz, quien también tuvo conocimiento y desde el 14 de agosto dijo que los trabajos habían sido suspendidos.
En el escrito se expone también que el arqueólogo encargado de la protección técnica y legal, no habían suspendido por prudencia, pues los custodios reportaban la presencia de gente armada custodiando el trabajo de las máquinas.
Ante tal amenaza, el INAH debió solicitar la intervención de las Fuerzas Federales para corroborar la presencia de sujetos armados y obligar a la suspensión de las obras.
Este jueves 22 de agosto, la arqueóloga Patricia Castillo Peña acudió acompañada de custodios de la Zona Arqueológica a tratar de detener los trabajos, como se observa en un video al que se tuvo acceso y fue publicado a través de las redes sociales de este medio de comunicación.
En el sitio se observan diversos glifos cubiertos con cenizas, lo que evidencia el daño ocasionado por los trabajadores en las más de doce hectáreas despalmadas.
Cerca de ahí, a no más de 500 metros, se encuentra el edificio de Las Columnas, morada del último gobernante de Tajín, conocido como Trece Conejo, quien conquistó la ciudad del Trueno, logró la unificación religiosa y realizó la construcción de monumentos emblemáticos, siendo considerado por algunos como la resurrección de Quetzalcóatl.