La columna ¡Así es! de Mario Noriega Villanueva
Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
Le dejaremos esas torpezas del importanadismo de las autoridades educativas y gubernamentales, de autorizar sin antes haber inspeccionado los terrenos ni las condiciones de suelo. Leer una información de una escuela telesecundaria ubicada en lo alto el parque de las Américas y que por cierto, estaba ya a punto de derrumbarse, me llevó a hace algunas décadas atrás, cuando se autorizó la ubicación de la primaria “Emiliano Zapata”, en la “colonia” del mismo nombre.
Les voy a contar antes de continuar con la estupidez de la construcción de un nuevo edificio para la telesecundaria del parque de las Américas. Estábamos Gelasio Pérez Chávez –el mejor reportero gráfico de la época–, en la redacción de aquel periódico “EL TIEMPO”, que llegó a ser el mejor de aquel entonces, por su contenido informativo, cuando de repente, vino la orden del directo para que nos trasladáramos –no había más reporteros que yo y de fotógrafos que Gelasio, en ese momento–, para que acudiéramos a cubrir el “incendio” en la colonia Emiliano Zapata –un sector de nueva creación a un costado de la barda de DPUGN –Departamento de Producción de Gas Natural, lo que hoy es CPUGN–. Nos topamos que en ese monte donde apenas empezaban construirse casas de cartón o de plástico, no había tal fuego. Habían quemado un poco de yerba en el área donde iba a quedar ubicada una “casa”.
Bien, Gelasio y yo, íbamos platicando por la “calle” principal pero de pronto, me quedé hablando solo y cuando me di cuenta, volví mi vista hacia todos lados sin localizar a Pérez Chávez. Retorné buscando en cada entronque del trazo d las “calles”, hasta que lo localicé a lo lejos, donde se veían unos niños sentados en cajas de refresco o en una tabla soportada por cajas también y uno que otro en ladrillos, pero bien concentrados en lo que un maestro –Jaime González Zacarías–, metido enseñando el abc a los pequeños, que lo escuchaban muy atentos. Llegué y al ver al profesor lo identifico, se trataba de mi amigo y vecino en la colonia Ruiz Cortines de Coatzintla, Jaime. Al verme, hizo una pausa y como yo entre al “salón” que no tenía paredes sino solo un improvisado pizarrón sujetado por unas piezas de madera.
Platicando con él, ya me dijo que lo habían mandado a crear esta escuela que ya tenía su clave. “Aquí”, fue mi pregunta un tanto sorprendido porque el lugar sí que estaba en un área de alto riesgo, por un incendio o por una explosión en Pemex. Riendo me respondió, “sí aquí”. Mi comentario fue que “ya ni joden las autoridades educativas, cómo te mandan a un lugar de tanto peligro”. “Pues aquí me mandaron y aquí estoy”, claro dijo que en calidad de mientras se construía el edificio de la escuela.
La irresponsabilidad de la entonces Dirección de Educación no tenía hija de abuelita y sigue así, al ver casos como el de la telesecundaria “Francisco I. Madero” del cerro del Abuelo, sin haber hecho antes un estudio de mecánica de suelo para ver si no había riesgo alguno y hoy ¡otra vez! Vuelve a suceder lo mismo, porque el nuevo edificio está construido, aún sin terminar, en zona de riesgo de deslaves y Protección Civil tiene que realizar ese estudio tan necesario para levantar una construcción, sobre todo, si el riesgo es para adolescentes como el caso de esta institución educativa, funcionando ahora temporalmente en instalaciones improvisadas, lo que los condena a continuar donde están por su seguridad física.
Con esto, quiero dejar claro que la irresponsabilidad de las autoridades estatales del área educativa, no tiene límites ni porque se trata de exponer la vida del futuro de la nación.
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