Por: Ana Alicia Osorio/Testigo Púrpura
Las compañeras de clase de Izamar recuerdan el día que ella llegó con unas mermeladas de durazno recién hechas y todas querían probarla por lo ricas que estaban.
El recuerdo les viene a la mente cuando se les pregunta por ella, después de más de 12 horas que han permanecido bloqueando la calle para exigir justicia por su asesinato y seguridad para todas y todos.
Las cuerdas, palos y piedras acompañadas de las fotografías de Izamar Méndez Méndez están en la colonia Patria Libre en Cosoleacaque, a tan solo unos metros de la zona donde ella fue privada de la libertad el viernes pasado, después de las 7:30 de la noche cuando salió del bachillerato.
Después de dos días de búsqueda, fue localizada ya sin vida, asesinada.
Desde entonces sus compañeros y compañeras decidieron alzar la voz y pedir justicia. Desde entonces prometen no quitarse hasta que les garanticen la seguridad para todas.
“No tenemos alumbrado público en muchos lugares, aparte no hay suficiente seguridad, por eso mucha gente nos está criticando y diciendo que hacemos las cosas a lo puro tonto, hay gente que no quiere pero no lo hacemos por gusto, lo hacemos por una buena causa por una vida que no nos van a devolver pero esperamos que se haga justicia con la ayuda de Dios”, contó una de las jóvenes que se manifestaba mientras cubría su rostro con la fotografía de Izamar.
A ella la recuerdan desconfiada con quienes no se llevaba pero muy risueña cuando agarraba confianza, siempre buscando algo de comer y siempre tomándose selfies. Para ella lo único que quieren es justicia.