Los elevados costos de los equipos y la casi nula disponibilidad actual en el mercado, orilló a un grupo de ingenieros a desarrollar aplicaciones que podrían suplir las funciones de ventiladores mecánicos, termómetros infrarrojos, sistemas de monitoreo de pacientes a distancia, entre otros, mismos que pueden ser replicados por cualquier persona.
Édgar Escamilla
Ante la falta de insumos médicos en los diferentes sistemas de salud, un grupo de ingenieros pozarricenses, con el apoyo de médicos especialistas, elaboran aparatos auxiliares a bajo costo y de código abierto, que podrían suplir de manera temporal a los costosos equipos especializados de patente.
El equipo está integrado por Gildardo Ramírez González, quien cuenta con el programa Ciencia xDivertida; Claudio Clemente Diego, de la empresa DC Robotic’s; e Israel Téllez González, del Programa Espacial de Poza Rica.
Uno de los proyectos iniciales fue la elaboración de termómetros infrarrojos, teniendo en cuenta la baja disponibilidad en el mercado, el costo elevado de los mismo y que la gran mayoría provienen de China. En una revisión con proveedores, encontramos que el precio de estos equipos oscila entre los 500 y 2,000 pesos, con tiempo estimado de entrega de dos meses.
Este aparato para medir la temperatura permite hacerlo guardando una distancia entre personas, por lo que es de gran utilidad para escuelas, empresas y oficinas de gobierno. Cabe aclarar que no reemplaza al termómetro de mercurio, más exacto, pero permite detectar de una forma más segura y rápida, temperaturas superiores a los 38 grados Celsius.
De igual forma ensamblaron un termómetro de contacto, más económico, pero que requiere colocarse en la axila de la persona para registrar la temperatura, por lo que tiene que ser desinfectado entre cada uso, además de que demora tres minutos en dar una lectura, lo mismo que un termómetro digital.
Otro de los aparatos médicos realizados por el equipo es un monitor del ritmo cardiaco, el cual a través de un sensor puede medir las pulsaciones y brindar un registro certero.
Actualmente están desarrollando un oxímetro, el cual permite registrar la cantidad de oxígeno arterial a la altura de los capilares de los dedos de las manos, lo cual ayuda a saber si el paciente está recibiendo o no la cantidad necesaria de oxígeno con cada respiración.
Tienen en mente agrupar los sensores de estos aparatos para que sean uno solo y más funcional.
De la mano del oxímetro, está en desarrollo con asesoría de los médicos Glafir Sánchez y Eduardo Rangel, un sistema autómata que permita ayudar en la respiración del paciente con insuficiencia, denominado Equipo Mínimo para Soporte Vital. El prototipo tiene la intensión de regular el ritmo de insuflaciones a través de una bolsa autoinflable o resucitador manual.
Inclusive en fechas recientes tuvieron acercamiento con personal de un hospital de esta ciudad, donde realizaron las pruebas para un sistema de monitoreo a distancia de los equipos de soporte vital, lo que permitirá que el médico o personal de enfermería pueda estar al tanto de varios pacientes a la vez y reducir el tiempo de exposición con el paciente.
Aunque estos sistemas ya existen, el sistema desarrollado en Poza Rica es un porcentaje mínimo con relación al equipo médico.
Los documentos para elaborar estos aparatos son de código abierto, es decir, se encuentran disponibles para cualquier persona desde Internet y los componentes se han asegurado que sean de fácil acceso. En el caso de que alguien esté interesado en realizarlo y no tenga los conocimientos mínimos necesarios, pueden contactar con el equipo para recibir asesoría.
Téllez González enfatiza que en ningún momento se pretende reemplazar los equipos biomédicos actuales, pero sí suplir la falta de estos en contingencias como la actual, teniendo en cuenta el costo elevado de estos aparatos.
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