viernes, octubre 18

Poza Rica pierde su identidad histórica

Bajo una lona y severamente deteriorado por el paso de los años y la humedad, el mural a la maestra María Esperanza Morales Mérida se pierde lentamente.

Édgar Escamilla

La falta de mantenimiento y de interés por rescatarlo, lo mantiene a punto de desaparecer, como mucho del patrimonio artístico y cultural de la urbe petrolera.

A María Esperanza Morales se le recuerda como la fundadora de la primera escuela mixta en la que estudiaban los hijos de los trabajadores petroleros, en Palma Sola, comunidad del municipio de Coatzintla y de donde emigrarían los obreros que crearon el campo Poza Rica.

Busto a la maestra María Esperanza Morales Mérida.

Un mural plasmó su legado en favor de la educación, la obra es autoría del maestro Ángel Pérez Carpio, docente de profesión, pero que durante sus tiempos libres se dedicó a embellecer los muros de las escuelas de la incipiente Poza Rica, así como de Corralillos y Palma Sola.

La maestra, fundadora también de la escuela María Enriqueta, la más grande de la ciudad, con una matrícula actual cercana a los 1,500 alumnos, falleció en 1990. Durante la administración de Guadalupe Velázquez Casanova (2005-2007) se destinaron recursos para pintar el mural, cerca de 20 mil pesos de aquellos años, recuerda el autor de la obra.

Mes y medio le tomó darle forma y plasmar en la pared de las escaleras principales del edificio. Elaborado al óleo, muestra desde la fundación de la escuela en Palma Sola, hasta el trabajo de los obreros petroleros, la lucha magisterial y hasta las aguas de la llamada “Poza Rica”, remanso del entonces caudaloso río Cazones.

Las filtraciones de agua poco a poco fueron deteriorando la pintura, la humedad propia del ambiente en el municipio contribuyó, pero la falta de recursos para su conservación le dieron el golpe final.

Se pierde parte del patrimonio de la ciudad.

Ya en la administración de Sergio Lorenzo Quiroz Cruz, el artista presentó un presupuesto para el rescate del mural a petición de la propia comuna; sin embargo, no fue aprobado. En los últimos meses, directivos del plantel decidieron cubrirlo con una lona de vinil.

A 67 años de su fundación, Poza Rica ha perdido gran parte de su patrimonio, lo que ha dificultado la creación de una identidad propia. Casos como el parque Jaime J. Merino o la cancha Bermúdez, derribados por cuestiones políticas son un ejemplo de la destrucción del patrimonio del municipio. La construcción del distribuidor vial sobre el Paseo de la Burrita, derribando más de 200 árboles para dar paso a una vialidad más moderna, pero que no ayudó en la circulación, es uno de los más recientes.

El propio maestro Ángel Pérez Carpio ha sido testigo de los murales que han sido borrados por cuestiones ideológicas. Recuerda los casos de los murales en la ESBO número 8, en la secundaria general número 2 o en las escuelas de Palma Sola y Corralillos. Una de las obras que aún permanecen es el mural en la biblioteca Francisco Lira Lara.

A través del muralismo ha logrado plasmar parte de la historia del joven municipio, muchas veces regalando su trabajo y el material. Solo hace falta voluntad política para preservar el acervo artístico y cultural del municipio, y que se destinen recursos para el rescate de los mural que aún existen en la ciudad.

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