Bastó argumentar una supuesta tortura en contra de la madre de “El Marro”, para que un juez de control exigiera su liberación, no así en los casos en contra de militares y policías, que son tratados con todo el rigor. Hoy un criminal se ríe de nuestro sistema de justicia.
La liberación de la madre de Juan Antonio Yépez, mejor conocido como “El Marro”, líder del Cartel de Santa Rosa se suma a la liberación de su padre en días anteriores y que para el juez de control fue necesaria un fianza de únicamente la cantidad de diez mil pesos, se demuestra que no importa el sacrificio y trabajo que realizan policías, Guardia Nacional, elementos del Ejército y la Marina por detener a los criminales.
Con este hecho ha quedado claro que no importan todos los seres humanos que mueren a manos de estos criminales y, queda todavía más claro el fracaso de la Fiscalía General de Guanajuato y de su titular, que lleva más de once años en el puesto y que todavía estará por lo menos otros ocho años más.
Por ahí deberían empezar a investigar, pues no es posible que exista tanta negligencia, falta de capacidad, corrupción, por parte de los fiscales, ya que no es la primera vez que no son capaces de vincular a proceso a los miembros de ese grupo criminal. Vemos notas periodísticas que no tienen nada que ver con las carpetas de investigación que se presentan ante los jueces de control, ya que no es normal ni creíble tanta incapacidad por parte de los misterios públicos judicializadores.
En mi andar dentro de los juzgados me ha tocado defender toda clase de clientes, por supuesto que la defensa siempre tratara de desvirtuar las acusaciones de los ministerios públicos, tratará por todos los medios ofrecer datos de prueba que demuestren que existió violación al debido proceso y a los derechos humanos del imputado, pero que aunque no es regla general, muchas de las ocasiones los jueces vinculan a proceso por la simple y sencilla razón de que solo se necesitan indicios para vincular a proceso y ordenar la investigación prolongada.
Pero es muy curioso que he defendido más de cien asuntos de militares y marinos que han sido torturados para auto incriminarse o incriminar a compañeros y superiores, no solo en el fuero militar, también en el fuero federal y que los jueces no toman en cuenta las declaraciones e imputaciones cuando es su obligación ordenar una investigación de dichos hechos.
Cuando esto ocurre, después de meses o años de lucha se autoriza la realización de estudios y peritajes, donde se determina que si existió tortura contra los elementos militares y navales, por lo que por vía de amparo solicitas que la justicia de la unión te ampare y proteja a tu representado, esperando que se respete el debido proceso, los derechos humanos de un ser humano que sirve al país.
Cuando llegan las resoluciones después de un año, te encuentras con la sorpresa de que un tribunal colegiado -si bien te va-, solo ordena la reposición de un proceso amañado, con todas las violaciones procesales y de derechos humanos, que muchas veces no tienen ni siquiera un auto de formal prisión dictado por el juzgado que sentencio a tu cliente, porque muchos de ellos siguen las actuaciones judiciales y causas penales dictadas por un juzgado militar que tuvo que declinar la competencia gracias a que te amparaste y aplicaste a su favor la fracción segunda del artículo 57 del Código de Justicia Militar, pero la justicia parece que solo existe para el corrupto, para el malandro, para el delincuente.
El mensaje que se manda por parte del Gobierno de Guanajuato y del Gobierno Federal es claro, los criminales pueden hacer lo que quieran, cuando quieran y como quieran, ya que no pasa nada.
Podremos tener a la Guardia Nacional, al Ejército y a la Marina dando todos los resultados del mundo y haciendo cientos de detenciones, pero de nada servirán si seguimos teniendo un sistema de justicia ignorante, incapaz, corrupto, con falta de preparación que convierte a las fiscalías en una puerta giratoria la entrada de criminales a los juzgados para solo tomarse la foto y salir burlándose de la policía, guardia nacional y fuerzas armadas.
Resulta increíble pensar que existen ONG´s que han calificado a la Fiscalía General de Guanajuato como la segunda mejor de todo el país. Si esas que se dedican a calificar a las instituciones del gobierno estatal y federal sin ningún esquema claro, que se prestan al intercambio de prestaciones como supuestas capacitaciones millonarias a las fiscalías de justicia o secretarias de seguridad pública, por lo que su evaluaciones siempre serán las mejores para quienes contraten sus servicios.
Es también increíble pensar que con cambiarle el nombre a las instituciones se ha realizado un cambio. Vimos la semana pasada como se detuvo a personal de la policía ministerial de Guanajuato por estar coludidas con el cártel de Santa Rosa, la realidad es que el gobierno federal, junto con la Fiscalía General de la República debe investigar a fondo el por qué se tienen tantas pifias en poder judicializar las carpetas de investigación que se llevan ante los jueces de control en el estado de Guanajuato cuando se intenta detener a los miembros de esa organización criminal.
Lo que viene está cantado, se dice que la resolución de la juez no se basó en las pruebas que mostró la Fiscalía, que la razón más poderosa fue el argumento de los abogados defensores de posibles torturas a la madre de “El Marro”, por lo que determinó que la detención fue ilegal y que hubo violación a los derechos procesales de la imputada.
Recordemos que en dos videos “El Marro” habló de la detención de sus mujeres, entre ellas su madre, así mismo manifestó que les ponían los audios de que aquí puro Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ahora estaremos atentos a la reacción que tendrá, esperemos su furia, ya que hemos observado los últimos días como los grupos criminales se atreven cada vez a más, se saben impunes e intocables por lo mismo cada vez son más audaces en sus acciones.
Si el gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo quiere recuperar la paz y el control de su estado, la respuesta es fácil: no deje que siga operando la impunidad, ya que por más que le manden a toda la Guardia Nacional, a todo el Ejercito Mexicano y a toda la Marina Armada de México, no servirá de nada porque mas tardarán en detener a los criminales, que su fiscalía general en fallar para poder dejarlos en libertad.
Que distinto es ver un proceso a un criminal que a un marino o militar, parecería que los jueces son mucho más consientes con los derechos de los criminales que hasta de oficio velan por ellos, en cambio cuando los elementos de las Fuerzas Armadas son procesados no existe dato o medio de prueba que valga.
Por eso se debe admirar el trabajo de policías, marinos y militares que aun sabiendo que sus derechos valen menos que los de los criminales, que deben respetar todos los derechos humanos y procesales de los delincuentes y que siempre estarán tratando de atacarlos por la espalda, con ventaja y sin respetar ninguna ley para acabar con su vida, ellos salen a cumplir con las miles misiones que les han dado, y además lo hacen con honor y lealtad.
Lic. César M. Gutiérrez Priego.