Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
En entregas interiores, hemos sugerido lo que hoy nos llamó la atención al escuchar a un grupo de “jaraneros” le llamamos por acá a trovadores que improvisan sus versos al cantar y con los que coincidimos en un consejo al gobernador del Estado “Un verso voy a cantar/en lenguaje popular/ Cuitláhuac ya deja de hablar del fiscal/ ¡mejor ponte a trabajar! Ojalá y que si a nosotros no nos hizo caso, a quien improvisó su verso, sí porque es en lo que debe ocuparse el jefe del Ejecutivo Estatal, en lugar de verter su frustración contra Jorge Winckler, porque será beneficioso para los veracruzanos que así suceda antes de desgastarse en tarugadas que no le llevan sino a seguir hirviendo el agua que finalmente le caerá en la cara.
Lo que pregonan los trovadores acompañados con las notas de un arpa tan melancólica como sentenciante, lo debe entender el gobernante que hasta el momento ha provocado que la mayoría de los veracruzanos, incluyendo a los del partido que lo llevó al poder lo desaprueben, y que tienen lastimado seguramente, también a su protector porque ve que los errores de Cuitláhuac y su frustración que va rayando en la esquizofrenia, son cada vez más continuos que llegará el tiempo que no los tolerará y se animará a actuar.
Cuitláhuac, debe entender que los constantes halagos que en forma insistente le hace su protector cada que está en Veracruz, y que lo ensoberbecen cada vez más, hasta quererse semejar a él, y es donde “la puerca torcerá el rabo” porque eso es algo que no le pasa a nadie. Ya lo demostró con su ahora ex secretario de Hacienda, quien quería imponer condiciones y cavó su tumba, tenido que renunciar obligadamente e irse del gobierno para dejarlo a otro que sí está dispuesto a ser un cordero, y en las primeras acciones, así lo demuestra.
Veracruz, merece un gobernante y Cuitláhuac, no sabe serlo, lo que debe ser del exacto y oportuno conocimiento del peje tabasqueño, que si nuestra intuición no falla, solo le está dando cuerda para que sólo se guillotine, pero como el pozarricense no conoce absolutamente nada de política y está en el cargo por obra y gracia del “mesías”. Será él, quien le dé el adiós vía Congreso de la Unión, que dictaminará por aprobación mayoritaria la desaparición de poderes de Veracruz, solo está preparando el golpe para dar su merecido a quien se le quiere semejar, pero que no le llega ni a la suela de sus zapatos.
La trova es sentencia y así se lo manda a Cuitláhuac, porque ya pasaron ocho meses y no hay trabajo que distinga al sexenio actual, cuyo titular tiene en mente vengar la afrenta que el fiscal según su criterio, le infirió al ganarle y revertir el pretendido relevo donde el pozarricense manifestó su ineficiencia como político, por eso, nos acordamos de que en este espacio, le hemos hecho la sugerencia de que se ponga trabajar porque para eso tiene el cargo y deje su frustración para a otra ocasión, porque nunca logrará extirpar de la fiscalía a Jorge Winckler, quien por cierto ya lo llamó a comparecer a la fiscalía y aunque no quiera, tendrá que comparecer o se atendrá a las consecuencias. Si lo llamaron a la fiscalía, todo debe estar legalmente sustentado y eso lo sabe muy bien Wincker que por algo es el fiscal, quien ni se inmuta por las denuncias con las que amenazaron responderle. Es más, debió saber que no le responderían con besos ni mucho menos.
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