¡ A S Í E S !
Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
De verdad que algo tiene que hacerse para que las clínicas 24 y 73 del IMSS en esta ciudad, realmente cumplan con su función de prevenir y procurar la salud de sus derechohabientes junto con sus familias. Y sí que es un sueño imposible porque ambas instituciones están rebasadas y no se dan abasto para atender a los pacientes. Por eso es que hay quejas a cada momento y discusiones con los médicos, que a lo mejor no tengan culpa de ello, pero sí de atender como se debe a presuntos enfermos, por muy notorio que sea su estado de salud.
Parece como si se necesitara que los pacientes fueran ya al borde de la muerte, para que les proporcionen atención, si acaso se conduelen o si los agarran de buenas. No toman en cuenta en lo absoluto, que los derechohabientes ni sus familiares, no van a pedir reglado el servicio, lo pagan con las cuotas que oportunamente pagan juntamente con sus patrones, a los que por cierto la administración del IMSS, trae cortitos para que no se atrasen, pero en el caso que así fuera, eso ya no es culpa del trabajador derechohabiente, sino de la propia administración.
Se imagina cómo se pone un enfermo que llega a solicitar consulta o a cumplir con una cita, si es recibido por una recepcionista que generalmente tiene estudios profesionales, que para empezar ni le contesta el saludo, menos le recibe el carnet. Simplemente y casi sin levantar la cara, espeta “¡Siéntese y yo le llamo” y sabe cuándo se da eso, si tiene suerte, media o una hora después. ¡Ah! Pero eso sí, que el paciente no llegue un minuto retrasado porque se la cancelan o le dan una regañada que ni en su casa y lo hacen esperar hasta el último turno.
Peor está la consulta para especialidades porque ahí la cita se la dan a seis meses de distancia si bien le va, pero a veces es casi un año el que tiene que esperar. Y sabe por qué, entre otras cosas, porque no hay médico para tal o cual especialidad, debido a que está tan saturado el hospital que más se hace caótico todo, si no hay el especialista que se necesita.
Todo se debe a que ambos hospitales están rebasados en su derechohabiencia que incluso, se ven en la necesidad de atender casos de urgencias y dejar al paciente, en el pasillo porque no hay camas. Así es obvio que muchos enfermos se mueran sin haber sido atendidos por un médico, pero no solo eso, sino que los respectivos directores de las clínicas, parecen insensibles o ineptos porque parecen indiferentes a esas problemáticas.
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