La mayoría de los fraudes o estafas comienza de manera bastante inocente. Los estafadores se ponen en contacto con las víctimas a través de redes sociales creando perfiles falsos extremadamente atractivos o por correo electrónico, y esperan sigilosamente a que las víctimas se comuniquen para iniciar una conversación poniendo como excusa intereses comunes. Cuando un estafador logra «cazarte», las posibilidades son infinitas…
Tal es el caso de algunos habitantes de Veracruz, uno de los estados en donde el fraude amoroso y otros cibercrímenes han proliferado; así lo dio a conocer Salvador Guerrero Chiprés, quien encabeza el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
Guerrero Chiprés detalló que los cibercrímenes más cometidos en Veracruz son:
- Fraude por aplicación: 42%
- Sextorsión: 31%
- Fraude cometido mediante depredación patrimonial por internet: 13%
- Robo de identidad: 4%
- Ciberacoso: 3%
- Fraude amoroso: 1%
- Robo de contactos de WhatsApp: 1%
- Venta de packs: 1%
¿En qué consiste el fraude amoroso? De acuerdo con Guerrero Chiprés, este tipo de cibercrímenes se caracteriza porque los delincuentes contactan a una persona mediante aplicaciones de citas, platican con ellas, establecen una relación de confianza y es ahí donde comienza el supuesto romance.
Una vez que se llega a esta etapa, el estafador propone conocerse; sin embargo, argumenta vivir en otra ciudad, por lo que requiere dinero, dinero con el que siempre el estafador no tiene para realizar el dichoso viaje, así que le pide a la víctima un préstamo. Por lo que una vez que la persona enamorada realiza el pago, el estafador, por arte de magia desaparece, bloqueando a la victima.
Sin embargo con mucha frecuencia, estas estafas se prolongan durante meses o incluso años antes de despertar las sospechas de las víctimas.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México ha identificado que el fraude amoroso resulta bastante remunerable para los estafadores, pues al día sostienen un promedio de 50 conversaciones con sus “amorosas”, y de esta manera obtienen un ingreso aproximado de 25 o 30 mil pesos al mes.
Y es así como los fraudes amorosos a menudo se concentran en usuarios vulnerables que buscan establecer un vínculo de afecto en este mundo cada vez más frío.