Anahí estuvo 2 días en terapia intensiva luego de un embarazo ectópico de 11 semanas de gestación del que ella no sabía.
Llevaba años buscando un método anticonceptivo ideal para su cuerpo y en esa ocasión tenía puesto el DIU de cobre cuando tuvo un aborto espontáneo en la sala de su casa.
Durante la cirugía tuvieron que cortarle un ovario y una trompa uterina. Antes de usar el DIU ya había probado el condón y el espermicida a los que resultó alérgica, así como el anillo vaginal que le generó problemas en la circulación de la sangre.
Después de que su vida estuviera en peligro por el embarazo ectópico, Anahí le pidió a su esposo que fuera él quien se hiciera una vasectomía, ya que después de su experiencia en el quirófano le daba pavor entrar de nuevo para hacerse la salpingoclasia. Él se negó.
Uno de los principales argumentos que le dio su esposo fue, que después de la vasectomía “no tendría el mismo nivel de eyaculación y erección”. Al final Anahí accedió a ser ella quien se sometiera a una cirugía.
Mayanit Martínez López, coordinadora de relaciones interinstitucionales de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (MEXFAM) en Veracruz, comentó que existe una gran desinformación y falta de propagando del sector salud sobre los métodos anticonceptivos para hombres.
“Piensan que, al inhibir la producción del espermatozoide en el caso de los anticonceptivos, entonces creen que los hombres ya no van a tener el mismo rango por no eyacular igual, eso es lo que piensan y es totalmente erróneo porque el hecho de que un espermatozoide se inhiba no quiere decir que no habrá el mismo nivel de eyaculación, entonces esa es una idea machista”, lamentó.
En Veracruz, la Secretaria de Salud promueve alrededor de 7 métodos anticonceptivos para mujeres (DIU, pastillas, inyecciones, condones femeninos, anillo vaginal, salpingoclasia, parches) y 2 para hombres (preservativos y vasectomía), ya que estos últimos son los únicos en el mercado para ellos.
La carga para las mujeres, el placer para los hombres
Ante esto Mayamit explicó que es trabajo de la sociedad y del sistema de salud hacer campañas para sensibilizar al personal médico y a los que reciben el servicio, sobre las responsabilidades y uso de métodos anticonceptivos para hombres.
Agregó que desafortunadamente los métodos anticonceptivos están hechos para las mujeres y los afrodisíacos para ellos.
“Y esto es en relación a la famosa pastillas azul, entonces seguir fomentando que el hombre siga siendo viril, a pesar de que ha pasado su etapa más reproductiva, pero que pueda seguir embarazando y que pueda seguir disfrutando y la mujer hasta donde sí y hasta donde no con tantos métodos que dañan su salud y no solo causan dolor de cabeza y acné”, dijo.
Cuando Ilse Zárate García tuvo su primer hijo a los 16 años optó por utilizar el DIU; al concluir la lactancia la menstruación volvió, pero ahora le duraba 15 días, los cólicos eran tan intensos que le impedían realizar sus actividades normales y las infecciones vaginales eran constantes.
“Me decían aguántate eso es lo que buscas, si no hubieras tenido al bebé joven no estarías padeciendo y pues una se acostumbra (…) no creía que fuera malo lo que me pasaba, incluso las infecciones, usaba yo óvulos 10 días y 15 días sangraba”, narró.
“El doctor solo decía que era porque no tenía higiene suficiente. Yo decía, pero esa rutina de limpieza la he tenido siempre, me hacía sentir mal”, contó.
“Me decían aguántate eso es lo que buscas, si no hubieras tenido al bebé joven no estarías padeciendo”
Ilse Zárate
Durante 5 años Ilse le planteó a su pareja que fuera él quien usara preservativos, sin embargo, nunca accedió bajo el argumento que debía ser ella quien se cuidara.
Ella estaba consiente de que al no tener un método podría estar expuesta otro embarazo, por lo que continuó con el DIU un par de años más.
“Me decía que no, yo le decía oye hay que usar condón por favor y siempre me decía ´ay no´, y yo me agarré sola siempre la carga de los anticonceptivos”, dijo.
Métodos definitivos no son para las jóvenes
Cuando Ilse cumplió 22 años harta de los problemas que le causaba el DIU, decidió acudir al medico y solicitar una salpingoclasia, pero el ginecólogo le negó ese derecho argumentándole que por lo menos debía tener otro hijo y ser mayor de 25 años.
La vicepresidenta del Colegio de Enfermas del Estado de Veracruz, Gloria López Mora, afirmó que las razones por las que un médico se niega hacer una salpingoclasia a mujeres menores de 25 y con tan solo un hijo, es más que nada moral y no médica.
Explica que el sistema de salud obliga los médicos a ofrecerles otro tipo de métodos anticonceptivos a mujeres jóvenes, a pesar de que ellas estén pidiendo que sus derechos sexuales y reproductivos sean respetados, en casos como el de Ilse, con la elección de un método definitivo.
“Mas que una razón medica es una razón de tipo mental y emocional, si tenemos una jovencita de 18 a 25 y que nada más tiene un hijo, casi siempre se toma el referente de ser previsores, es decir, no generarle un método anticonceptivodefinitivo, como es la salpingo, porque va en condición de que en algún momento pueda haber un suceso fatal del único hijo y si la mujer desea procrear y ya no pueda”, dijo.
Al respecto la coordinadora de MEXFAM en Veracruz aseguró que se trata de un tipo de violencia y discriminación contra las mujeres, pues los médicos están subestimando el deseo de la mujer de ya no tener hijos, e interponiendo su moral obligando a las mujeres a reproducirse y ejercer una maternidad.
“La moral dice que los seres humanos estamos hechos para reproducirnos por lo tanto no es aceptable que una mujer se haga una salpingo cuando es demasiado joven porque entonces ahí se coarta la reproducción”, señaló.
Efectos secundarios de la desigualdad
Todo esto tiene que ver con la desigualdad de género. En la mujer cae la responsabilidad de la prevención
Mayanit Martínez López, MEXFAM
En el año 2016 la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un estudio en 7 países del mundo, con hombres de Chile, Alemania, Australia, Indonesia, Italia, Reino Unido y la India, se comprobó que la inyección anticonceptiva para ellos tenía una eficacia del 96 por ciento, según la coordinadora de MEXFAM.
Sin embargo, el estudio se suspendió porque los participantes manifestaron efectos secundarios como acné o dolores musculares, síntomas menores en comparación con los que sufren las mujeres, agregó.
Algunos de los efectos más comunes y menos agresivos de los métodos anticonceptivos en las mujeres son: la prolongación de la menstruación, acné, cólicos intensos, sangrado abundante, migrañas y cambios de humor, explicó Gloria López Mora
Los más severos que se les han diagnosticado, son desde una trombosis hasta quistes ováricos y depresión, habiendo una diferencia abismal entre las repercusiones de hombres y mujeres al cuidarse, añadió.
“Todo esto tiene que ver con la desigualdad de género. En la mujer cae la responsabilidad de la prevención y el cuidado del embarazo por el simple hecho de tener un útero, y los métodos anticonceptivos cada vez se crean más paramujeres porque esto evita que el que penetra no tenga ni que usar un condón (…) los anticonceptivos son necesarios, pero debe haber una igualdad de responsabilidades en su empleo”, sentenció Mayanit.
Por Alba Valdéz/Testigo Púpura