Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
Cierto o no, pero sí tendrán que ir guardando sus medidas de prevención los amigos trabajadores petroleros, a los que les tocará enfrentar la revisión de un contrato colectivo totalmente lesivo, y no solo para los sindicalizados, sino peor para el personal de confianza, porque con la nueva estructura ya autorizada y propuesta por el presidente México, eliminarán direcciones, subdirecciones y gerencias, que en realidad, eran demasiadas. Como que se les pasó la mano a las administraciones anteriores en ese aspecto, pero los sindicalizados con todo y que cuentan con un contrato ley, se vislumbra que perderán muchos beneficios de los que hoy disfrutan, y aunque las leyes no son retroactivas, el que manda, manda y como estamos en el inicio de una tiranía, pues los dirigentes sindicales tendrán que doblegar a sus representados ante tal avasallamiento.
Por lo pronto, tanto para sindicalizados como para de confianza, están suspendidos los préstamos hipotecarios, administrativos y de compra de auto. Van apenas cuatro meses casi y mire, no se ve muy atractivo el futuro para los petroleros, que tendrán que aguantarse con que no les vaya a entrar la barredora como en aquel inicio de la década de los 90, cuando Carlos Salinas de Gortari, quiso acabar con el sindicalismo y hoy está a punto de conseguirlo con el contubernio de un gobierno cuyo odio contra petroleros es terrible, como irreconciliable, aunque se pregone que todo es “paz y amor”.
Van alcanzándose cuatro meses de este gobierno y los primeros bazukazos ya pusieron a temblar a sindicados como de confianza. Y más a estos con t3odo lo que les afectaron los primeros golpes y el negro –más profundos que el hoyo negro–, con tener que emigrar un buen número, porque su materia de trabajo, desaparece de un plumazo. Mire si no hay que pensarle mejor si se trata de entrar a trabajar a PEPE (Pemex Empresa Productiva del Estado), que ni tiene nada de productiva ni menos es del estado –pregunten a todas las empresas extranjeras que se apoderaron del petróleo–, porque les mocharán 24 por ciento del salario actual por cuando menos12 horas de actividad. ¿Les convendrá? Pero eso no es todo, sino que se eliminan los bonos por actuación, el préstamo reembolso vehicular. ¿Está cañón, no?
Pero si esto sucederá en el sector que tenía a todos los dioses del mundo y se creían reyes –pregúntenle a Francisco Javier Velázquez Vallejo, afortunadamente ya no le tocará todo esto–, y hoy tendrán que volver a pisar el suelo, pero bueno, insistimos van apenas menos de cuatro meses –faltan dos para empezar a gobernar según la petición que hizo el Presidente a los mexicanos–, y mire ya cómo se les presenta el futuro a los que trabajan para PEPE, que a lo mejor le tengan que cambiar de nombre nuevamente para adecuarlo a la realidad que ha iniciado a vivirse porque los capitales extranjeros habrán de tomar posesión de lo que gobernantes perversos, desnacionalizados, les entregaron en bandeja de plata –y eso que los mexicanos eran dueños de su petróleo, aunque nunca jamás, se les dio un méndigo centavo por pago de utilidades, y vaya que las hubo, pero solo para unos cuantos, que le robaron todo a la nación–, y que se llegó el tiempo de hacerles entrega para que en el futuro, ellos sean los que exploren, exploten y comercialicen el petróleo. Por lo pronto, que no se considere a este espacio como ave de mal agüero, porque solo les hacemos mención a lo que sucederá tarde que temprano. Lástima, México un país con vastos recursos naturales y con tantas necesidades porque los gobernantes anteriores, no solo se llevaron todo, sino que además, los vendieron todos. A ver si con lo que suceda, les dan ganas de seguir votando por quien votaron.
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