Denuncian además violencia de género
Édgar Escamilla
Empleados adheridos al sindicato único “Mártires de Río Blanco”, al servicio del ayuntamiento de Coatzintla, denunciaron una serie de violaciones a su contrato colectivo de trabajo, así como el despido de 30 de sus compañeros por parte del presidente municipal César Ulises García Vázquez, quien por tercera ocasión gobierna en el municipio, administraciones en las que ha sentado precedentes de este tipo de conductas.
Durante 29 días, los empleados han protestado de manera pacífica en contra de las violaciones a su contrato colectivo de trabajo por parte del alcalde, quien además habría cometido violencia de género y atentado contra la salud de una empleada.
Enrique Ramírez López, secretario general del sindicato, señaló a García Vázquez de no querer respetar las condiciones de trabajo vigentes, despidiendo a treinta empleados, mientras que al resto que se encuentra laborando los ha bajado de categoría, además de que no cuentan con servicio médico ni las medicinas de control para los trabajadores de edad avanzada.
Algunos trabajadores afectados cuentan con entre 20 y 26 años de servicio en el ayuntamiento, varios de ellos sus nombramientos fueron firmados por el propio César Ulises García en las anteriores administraciones que ha presidido.
“La primera ocasión que fue electo alcalde pretendió desaparecer al sindicato”, denunció Ramírez López, registrándose entonces una huelga durante 11 meses, en la que al final otorgaron el laudo a favor de los trabajadores.
“En aquella ocasión, César Ulises realizó la contratación de personal, entregando nombramientos a diestra y siniestra, lo que ha generado a la fecha pagos de laudos millonarios, afectando las finanzas del ayuntamiento”.
Durante la segunda administración despidió a 16 trabajadores, en esta tercera ocasión son 30 empleados los que deja fuera, afectando las prestaciones de 50 más, por lo que desde el 3 de enero iniciaron las protestas, que de continuar podrían derivar en una huelga.
Los afectados están mediando a través de la Secretaría del Trabajo, citas conciliatorias a las que el Presidente Municipal no se ha presentado. Denunciaron también que está cometiendo nepotismo, al contratar a su hermano Eduardo García Vázquez.
Actos de violencia
“Yo soy tu patrón, César Ulises y soy el que manda, te pido que te vayas”, habría gritado el Edil a Marbella Muñóz Morales, secretaria de trabajo y conflictos del sindicato, empleada que fue removida de su área de trabajo a la biblioteca.
La misma, relata que les comenzaron a tomar fotografías y videos en contra de su voluntad, lo que Israel Vizcarra Vidal, empleado del departamento de Obras Públicas, intentó documentar grabando con su teléfono celular, por considerarlo un acoso, pero al siguiente día fue removido a la cuadrilla de trabajadores en campo. De igual forma, conductores de Limpia Pública fueron removidos e integrados a la cuadrilla de obreros como castigo.
Entre los 30 empleados a los que no se les permite laborar se encuentra la ex dirigente sindical, Lizeth Castañeda Luqueño, con 28 años de servicio, a pesar de que presentó un permiso expedido en 2017 por el propio César Ulises García en su anterior administración; ahora niega haber firmado el documento.
Gloria Berenice Moreno Sosa, empleada despedida por él mismo en el 2016, ganó un laudo y fue reinstalada en 2021, tampoco le ha permitido incorporarse a sus labores este año.
A la fecha no tienen atención médica, Marbella Muñóz relata que una de sus compañeras, Elia Lucrecia Ramírez Sánchez, presentó crisis convulsiva dentro del Palacio Municipal, a la cual, lejos de trasladarla a un nosocomio, “le estaban poniendo gel sanitizante para reanimarla, no había llamado a la ambulancia, lo tuvieron que hacer los compañeros que estaban afuera manifestándose. La querían trasladar en el vehículo de Protección Civil a un Centro de Salud, más de una hora después cuando ya estaba fría, azul, pero tampoco acudió a su auxilio”.
El 14 de enero acudieron a una cita conciliatoria a la ciudad de Xalapa, comprometiéndose el Alcalde a no comprometer la percepciones salariales de los trabajadores, por la tarde, cuando recibían el pago en efectivo en Coatzintla, no se había pagado becas, fondo de ahorro e insalubres; prestaciones previstas en el contrato.
El 25 de enero les informó que estaba listo el pago de nómina, pero no se incluía el fondo de ahorro porque “lo agregó a una cuenta, sin mostrar documento alguno ni a nombre de quien y que los insalubres se abordaría con el jurídico del ayuntamiento, a pesar de estar estipulado en el contrato colectivo de trabajo”.