El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su ya acostumbrada mañanera, reconoció este jueves que hay una crisis forense en el país, con más de 52.000 cuerpos sin identificar.
Por lo que el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, dijo que el gobierno ha “certificado” el dato que presentó el Movimiento Nacional por Nuestros Desaparecidos de México (MNDM), en un informe de agosto de 2021, acerca de las 52.004 personas fallecidas sin identificar, que en su mayoría yacían en fosas comunes de cementerios públicos.
Al respecto, Encinas informó que 10 estados del país concentran el 80 % de los cuerpos de personas fallecidas que no han sido identificadas. Se trata de Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Sinaloa y Sonora.
En el marco de este informe, Encinas reconoció que “la información forense se mantiene fragmentada”, explicando así que no existe un censo nacional sobre los cuerpos identificados, los cadáveres no identificados, ni tampoco sobre los que han sido reclamados en las fosas comunes del país.
“No hay una base de datos genética nacional que permita la confrontación de los datos que se obtienen tanto de las muestras genéticas tomadas por las familias (de desaparecidos), como de la que se levantan de los cuerpos encontrados”, agregó Encinas.
En resumen, el funcionario apuntó: “No existen capacidades y voluntades, que es el principal problema, falta de voluntad para hacerlo de manera masiva”.
Para intentar revertir el rezago en materia forense, el gobierno de López Obrador anunció esta jornada que enviaría una iniciativa al Congreso para impulsar la creación del Centro Nacional de Identificación Humana, con enfoque masivo y concentrado en los restos humanos que yacen en las fosas comunes.