Del 20 al 24 reunió la palabra, la memoria, las artes, los proyectos y las expresiones culturales de una vasta red de identidades.
Papantla, Ver.- Este domingo 24 de marzo finaliza la vigésima edición del Festival Cumbre Tajín que desde el día 20 hizo de Papantla, Veracruz, el semillero cultural más importante del mundo gracias a su programa que incluyó amplios Encuentros de sabidurías y prácticas culturales en múltiples ámbitos; el diversificado programa de talleres para incentivar la creatividad, el ritmo y la acción ecológica; la presencia de 1,200 danzantes tradicionales; los espacios de inmersión cultural desarrollados por el Centro de las Artes Indígenas; las exposiciones en torno a la memoria y la contemporaneidad de las identidades indígenas; la reunión de los emblemas culturales de Veracruz; la apertura y formalización de excepcionales proyectos de documentación y académicos; un sorprendente paisaje musical en los escenarios matutinos; gran actividad infantil, y la celebración de magnos conciertos nocturnos.
Todo esto, sumó más de cinco mil actividades con la participación de seis mil artistas, sanadores, danzantes, poetas, maestros, autoridades tradicionales y creadores de las más diversas nacionalidades: Paraguay, India, Perú, Argentina, Rusia, Polonia, Colombia, Chile, Venezuela, Cuba, Estados Unidos, Canadá, China, Suiza, Francia, País Vasco, Brasil e Inglaterra, entre otras naciones. A su vez, fue masiva la participación de
hablantes de lenguas mexicanas como las de los pueblos nahua, popoluca, seri-comcáac, wixárica, mazahua, zoque, tének, tzeltal, maya, mixe, zapoteco, tlahuica, ñañú, popoluca, tepehua, quechua, mixteco, tepehuano tlahuica, ixcateco, tepehuano, cucapá, rarámuri, mixteco, guaraní y euskera. Siempre con el idioma totonaco como convocante y anfitrión.
Este gran programa recibió a miles de visitantes en las cuatro sedes —zona arqueológica de El Tajín, Parque Takilhsukut, Papantla y Poza Rica— y la extensión en San Rafael. Por su parte, esta afluencia de públicos de las más diversas edades y orígenes se reflejó en 98% de ocupación hotelera en Papantla, 85% en Poza Rica y 70% en los demás municipios de la región; una gran derrama económica; la generación de más de siete mil empleos directos e indirectos, y la presencia mediática de la cultura totonaca en todo el mundo. En el caso de redes sociales, durante la semana del festival, destacan Facebook con un alcance de siete millones de impactos, y Twitter con dos millones y medio de impactos directos y dos millones indirectos.
En el vasto calendario de Encuentros, destacan las reuniones de sabidurías ancestrales y académicas; liderazgos juveniles indígenas; poesía originaria; tradiciones medicinales del mundo; juego de pelota prehispánica; músicos y danzantes del Totonacapan; LGBTIQ+, en coproducción con el Consejo Británico de Cultura; cantautores y poetas totonacos; parteras; abuelos y académicos; Kantiyán totonaco y Xochikali nahua; tradiciones musicales de Veracruz y Cuba; reflexiones sobre las identidades afrodescendientes, y Planes de Salvaguardia de los Patrimonios Culturales Inmateriales de la Humanidad.
Además, el diálogo entre el Consejo Totonaco y la delegación olmeca formalizó la creación de la Cumbre Olmeca con el modelo de Cumbre Tajín.
Por su parte la VII Muestra Internacional El Cine en la Cumbre y la Muestra Editorial en Lenguas Indígenas ofrecieron nuevas ventanas audiovisuales e impresas a las prácticas culturales y las historias de las comunidades indígenas. Y las exposiciones de vestimenta de las danzas, simbolismo de las estrellas de palma, Ceremonia Ritual de Voladores, pinturas, piezas de madera, el sagrado arte wixárica y los 20 años de danzas en Cumbre Tajín convivieron las instalaciones del maestro Jun Tiburcio distribuidas a lo largo y ancho del Parque Takilhsukut.
Entre la amplia programación de danzas, talleres, sanaciones, conferencias, sesiones de realidad virtual, diálogos de paz, acciones ecológicas, funciones teatrales, presentaciones musicales y juegos, la Ceremonia Ritual de Voladores celebró su primera década como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad con vuelos de niños y adultos. También, como parte de su Plan de Salvaguardia se inauguró el nuevo Museo de la Ceremonia Ritual de Voladores.
Para gozo de los miles de asistentes, las Casas-Escuela del Centro de las Artes Indígenas compartieron a plenitud sus saberes mediante talleres tradicionales, pláticas, recorridos, sanaciones, juegos y exposiciones.
En las áreas formativas, se inauguró el Ixpumamakxtumikan Takatsin / El Granero del Conocimiento, instancia establecida como Centro de Información, Documentación y Producción sobre el Arte y la Cultura del Totonacapan, y se formalizó el establecimiento de la Escuela de Medicina Tradicional Indígena con el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural e Intercultural (PUIC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la música, los conciertos diurnos y nocturnos mostraron dos símbolos de la cultura veracruzana –Jarocho y la Orquesta Sinfónica de Xalapa—, así como las más diversas expresiones de la música en lenguas indígenas y los ritmos contemporáneos.
Por esta cosecha cultural que, a su vez, es la siembra de nuevas realidades para las comunidades indígenas, el Festival Cumbre Tajín contó con el respaldo de la UNESCO, el Instituto Smithsonian, la Secretaría de Cultura Federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Secretaría de Cultura, el gobierno del estado de Veracruz, el gabinete estatal y los ayuntamientos de la región, así como
diputados y senadores.
Así, el programa de Cumbre Tajín se cumplió en toda su amplitud, pese al clima lluvioso de los primeros días, en el ambiente de paz y concordia que cada año permite la rotación de públicos matutinos, vespertinos y nocturnos por las sedes y los espacios del Festival.
Gracias a esto, Cumbre Tajín se confirmó como el semillero multicultural más importante de México y uno de los más importantes sucesos recreativos y espirituales del mundo.
Todo, en torno a los tres Patrimonios de la Humanidad reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el Totonacapan: la zona arqueológica de El Tajín, la Ceremonia Ritual de Voladores y el Centro de las Artes Indígenas.
Hoy, como resultado de Cumbre Tajín, la civilización totonaca vive un florecimiento cultural único en el mundo y el planeta tiene a esta identidad como referencia indispensable de salvaguardia del patrimonio cultural.