Una menor de siete años está en peligro de perder un brazo tras una mala técnica de venodisección. Padres solicitan apoyo de la Secretaría de Salud para la cirugía reconstructiva que requiere.
Poza Rica, Ver.- La mala práctica de una venodisección realizada en el Hospital Regional de Xalapa, “Luis F. Nachón”, cambió para siempre la vida de una familia oriunda de este municipio. Ahora temen que la pequeña pueda perder la movilidad del brazo si no es sometida a una cirugía reconstructiva, luego del daño que le realizara un medicamento mal administrado.
La señora Rosa Patricia Alvarado había estado acudiendo con regularidad al CRISVER de la ciudad de Xalapa, donde su hija estaba recibiendo terapia por la condición de discapacidad cognitiva que presenta, por lo que debió mudarse a la capital del estado.
Una semana antes del 27 de enero, con un estudio de encefalograma en puerta programado para el día 28 del mismo mes, tuvo que cancelarlo cuando su pequeña presentó un cuadro de infección respiratoria.
Fue en el CRISVER donde inicialmente le recetaron amoxicilina, pero al no mostrar mejoría, acudió a un consultorio de una farmacia de genéricos donde le cambiaron el antimicrobiano por ceftriaxona, indicándoselo una inyección diaria.
Al no mejorar su estado de salud, siendo beneficiaria del Seguro Popular, decide acudir al Hospital Regional de Xalapa, donde queda internada el 27 de enero, luego de realizarle una placa del tórax en la que observaron que el problema había avanzado.
Al momento de ingresar, y teniendo en cuenta su condición de discapacidad, le refiere a los médicos que se requería de alguien que tuviera la capacidad de atender a un niño en su situación, pero después de varios intentos, el personal dictaminó que requerían realizarle una venodisección para poder lograr una vía intravenosa.
Una venodisección consiste en realizar un corte de aproximadamente dos centímetros para ubicar un vaso en el cual colocar la venoclisis y de esta manera administrarle vía intravenosa los medicamentos que requería para el cuadro de neumonía que presentaba.
Al siguiente día el hospital ya no contaba con el medicamento para la menor, por lo que pidió una receta para adquirirlo en una farmacia particular. Para ese momento ya presentaba una inflamación en el brazo izquierdo.
Para el jueves 31 le informan que le retirarían la venodisección porque el medicamento se había infiltrado al músculo, lo que le generaría un ámpula. “Mi esposo escuchó cuando la doctora le llamó la atención al médico estudiante, porque ella había dado la indicación de retirársela desde día y medio antes”, comenta.
Para ese momento, el medicamento había generado daño en los tejidos y como no había entrado a su sistema circulatorio, la neumonía no había cedido, por lo que su estado de salud se estaba complicando ahora con la lesión en el brazo.
Durante los cuatro días en que la pequeña tuvo la venodisección, ningún médico revisó que aún la tenía, por lo que el daño fue mayor. Ante esta situación, la familia optó por trasladarla a una clínica particular en Poza Rica, solicitando el alta del Hospital Regional, la cual le fue concedida una vez que firmó un documento en el que exoneraba al nosocomio de cualquier complicación.
Ya en este municipio, los médicos encontraron tejido necrosado, por lo que requiere de un injerto para evitar que pierda la movilidad e inclusive se corre el riesgo de que pierda la extremidad.
Luego del cuarto día en la clínica particular, finalmente cedió la infección en las vías respiratorias, pero ahora requiere urgentemente la cirugía reconstructiva, por lo que la familia solicita al secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, el apoyo para lograr restituirle el tejido dañado por las quemaduras que ocasionaron el medicamento mal aplicado.
A la fecha no sabe cuánto costará la cirugía, lo que sí sabe es que al ser de bajos recursos, será muy difícil reunir el dinero que se requiera. Puntualiza no estar buscando culpables, aunque quedó demostrada la mala técnica empleada por el personal médico del citado nosocomio.