viernes, noviembre 22

Día de Muertos en la urbe petrolera


Poza Rica, Ver.- Una mole de acero en la plaza cívica 18 de Marzo resguarda la colorida exposición de altares organizada por el sindicato petrolero; 57 altares de Día de Muertos confeccionados de una manera poco tradicional, pero que reflejan la mezcla de culturas con las que se formó la ciudad recién el siglo pasado, una muestra del sincretismo pozarricense, un pueblo originado dentro de un campo petrolero y que se encuentra en proceso de construcción de su identidad.

El olor a copal disfraza por esta vez el continuo aroma del hidrocarburo que suele percibirse en la ciudad. Al pie del domo se encuentra un enorme portal que da la bienvenida a los visitantes, la mayoría trabajadores petroleros y sus familias.

El espectáculo de colores, aromas y sabores dentro del recinto salta de inmediato. El naranja del cempasúchil resalta sobre las hojas de tepejilote con el que se han forrado los altares; junto con los troncos de plataneras conforman la parte indígena de esta celebración.

Cuelgan también por todos lados las frutas de temporada y el pan de muerto. No puede faltar en ellos la comida que era del agrado del difunto; desde tamales hasta mole y zacahuil, parte de la raíz huasteca presente entre los habitantes. El café y el aguardiente son sustituidos por refrescos de cola, cervezas y otras bebidas alcohólicas.

Entre todos resalta uno realizado a la usanza totonaca, suspendido del techo para que las almas que llegan a degustar las ofrendas no toquen nunca el suelo.

Hay también quienes los han elaborado de una forma poco ortodoxa, dándoles las más variadas formas; desde escalinatas adornadas con las fotografías de los difuntos, entre ellos líderes sindicales y hasta el propio tata Lázaro, a quien el pueblo de Poza Rica guarda especial respeto por apoyar el movimiento expropiatorio de la industria petrolera.

https://youtu.be/tW7_y721A94

Calacas vestidas de trabajadores petroleros, representaciones de Frida Kahlo y xoloitzcuintles elaborados con papel maché resguardan los altares.

Llama la atención un altar que evoca el origen de Poza Rica, una torre de perforación sobre la que se ha colocado la ofrenda. Con hojas enteras de plátano han representado el petróleo brotando del subsuelo, el inframundo del que retornan las almas para convivir con sus familiares.

Esta muestra de altares es organizada por el sindicato petrolero, participando 57 de los departamentos en los que se divide la Sección 30, quienes concursan por octava ocasión en este evento, el cual comienza ya a gestarse en una nueva tradición de Poza Rica, la ciudad que nació en medio del campo petrolero.

Édgar Escamilla

Publicada originalmente en Identidad Veracruz

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