jueves, noviembre 21

El derecho a tener nombre e identidad

Andrés A. Solis*

 

Este martes 23 de julio la diputada de Morena en el Congreso del Estado de México,  Liliana Gollas Trejo presentó una iniciativa para reformar el Artículo 3.1 y adiciones al capítulo VIII del Código Civil de la entidad, a fin de permitir que las personas puedan cambiar su acta de nacimiento para que su nombre corresponda con la identidad genérica con la que viven.

Esta iniciativa que han dado a llamar ley de identidad sexo-genérica, permitiría a personas transgénero y transexuales poder cambiar no sólo su acta de nacimiento, sino también toda su documentación y abrirse puertas para que dejen de ser víctimas de discriminación y de que les nieguen el acceso a empleo, servicios de salud, educación o cualquier cosa, sólo porque su credencial de elector tiene una identidad distinta a la de la persona.

Mujeres trans que podrán vivir legalmente como mujeres y no con el nombre de hombre o bien hombres que podrán vivir como hombres y ya no tener documentos que llevan nombre femenino.

Si avanza esta reforma el Edomex se sumaría a Ciudad de México y Coahuila que son las entidades donde es posible hacer este cambio legal.

Sin embargo y aunque sea una minoría de la población la que tendría acceso a este derecho, es una reforma trascendental en materia de derechos humanos.

Y sobre esto, pese a que la prensa presume ser un espacio donde deben respetarse, protegerse y promoverse los derechos humanos, los medios históricamente han invisibilizado a la comunidad trans y en contadas ocasiones son materia informativa.

A veces, en un sentido muy negativo, encontramos “notas” sobre la comunidad trans sólo cuando la vinculamos a temas como prostitución o peor aún, cuando hay hechos violentos precisamente porque algunas personas trans ejercen el sexo servicio (como si heterosexuales no lo hicieran).

Invisibilizar o estigmatizar desde la prensa a cualquier minoría sólo favorece que los esquemas discriminatorios se propaguen con mayor rapidez y fuerza y eso refiriéndonos al trato informativo, porque cuando los medios creen que la ridiculización de la comunidad trans es algo cómico, entonces la vulneración de derechos es aún mayor.

 

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PD.- «La revista Proceso, por ejemplo, no se portó bien con nosotros (…) y todos los buenos periodistas de la historia le han apostado a las transformaciones». Así lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del lunes 22 de julio.

Otra declaración para descalificar a la prensa mexicana y que hace ver que para el presidente es obligación de cualquier periodista ser militante y aplaudidor de la cuarta transformación. Si hasta Peña Nieto sabía que las y los periodistas no aplaudimos. Ya decir cualquier cosa adicional es ocioso.

 

* Periodista. Autor del «Manual de Autoprotección para Periodistas» y de la «Guía de Buenas Prácticas para la Cobertura Informativa sobre Violencia”.

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