El 8 de febrero de 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, sostuvo en conferencia de prensa que de haber una guerra nuclear, las consecuencias serían catastróficas para Europa. «Si Ucrania ingresa en la OTAN e intenta recuperar Crimea por vía militar, los países europeos se verán arrastrados a un conflicto militar con Rusia y no habrá vencedores», afirmó el mandatario ruso.
Al margen de los ejercicios militares que, según reportes de medios internacionales, fueron iniciados por Rusia este 10 de febrero de 2022, ¿la nación liderada por Putin realmente es una superpotencia en la actualidad? Según lo explicado por Rafael Calduch, político y profesor español, el término no tiene un origen claro. Posiblemente, la palabra habría sido acuñada durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Esta haría referencia a la capacidad de un Estado para ejercer un control hegemónico gracias a un poderío militar y nuclear susceptible de acabar con la humanidad.
Conforme a los datos aportados por la Nuclear Threat Initiative (NTI), al 10 de febrero de 2022, Rusia posee 6 mil 257 ojivas nucleares. Adicionalmente, cuenta con mil 600 ojivas desplegadas y con 754 lanzadores de misiles estratégicos. Los datos previos colocarían a Rusia como la primera potencia mundial en armamento nuclear, situándola por encima de países como Estados Unidos, China, Francia o Reino Unido.
Otras definiciones de superpotencia, como la aportada por la Real Academia de la Lengua, consideran que el concepto también debe ser asociado a una gran influencia económica. Esto se convertiría en un añadido al influjo militar que de cierto modo, puede dotar a un país de un mayor peso específico a la hora de librar conflictos internacionales.
La Federación Rusa, sin embargo, no es de las naciones más productivas en lo referente al producto interno bruto (PIB) en Europa. Con base en datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Rusia cuenta con una expectativa de crecimiento del 2.9% para 2022. Esta cifra representa una de las más bajas en todo el viejo continente.
No obstante, cifras de la firma de análisis de los mercados energéticos globales, Enerdata, posicionan a Rusia como puntero en la producción de gas y petróleo a nivel mundial. En cuanto a la producción petrolera, Rusia ocupó en 2020 el segundo lugar global con 512 millones de toneladas (MT) producidas. Además, la Federación Rusa obtuvo la segunda plaza en gas producido con 705 billones de metros cúbicos (BCM), esto por encima del tercer sitio (Irán), que solo produjo 234 BCM. Tales números cambiarían el papel de Rusia en el concierto internacional a la hora de ponderar si es una superpotencia o no.
De igual modo, la producción referida cobra mayor sentido tras varios apuntes hechos el 4 de febrero de 2022 por Warren Patterson, estratega en jefe del área de materias primas para ING. «La región ya está lidiando con un balance de gas natural muy ajustado. Por lo tanto, cualquier reducción adicional en el flujo de gas ruso dejaría vulnerable al mercado europeo», aseguró el experto. Añadió que Europa importa actualmente entre 40 y 50 por ciento de gas proveniente de la Federación Rusa, por lo que tampoco ve una solución en las sanciones económicas propuestas por Joe Biden.
«Poco debemos retroceder para ver el impacto que las sanciones al productor de aluminio ruso, Rusal, tuvieron en el mercado. El castigo sacudió las adquisiciones de la materia prima en 2018 al ser Rusia el mayor productor de ese recurso, después de China», continuó Patterson. Así entonces, pese a que las condiciones de Rusia no son las mejores, su producción energética y nuclear podrían colocar a esa nación en una posición clave frente a un escenario de guerra con Ucrania.