Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
Los mexicanos particularmente los veracruzanos, quisieran vivir en el país y el estado en el que viven Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez, respectivamente donde la inseguridad es casi casi, puro cuento chino, como piensan todos los habitantes de este México lindo y querido y este bullanguero y alegre Veracruz donde según sus gobernantes, el ´dice de inseguridad se ha reducido y como burlonamente lo informa a la población el peje tabasqueño, “un crimen menos que ayer” decía echando campanas a vuelo, en tanto que el pozarricense insiste en que los índices de inseguridad, “van a la baja”.
Sin embargo, los medios de información explotan con todo el escándalo posible, cada uno de los ejecutados, de los que aparecen muertos, de los robos a casa habitación con todo lujo de violencia y en pleno día, como los que ocurren continuamente en residencias de la región, incluido desde luego Poza Rica, Coatzintla, Tihuatlán.
Ayer, se informaba que en algunos estados ha disminuido el robo a casas habitación, el presidente López Obrador mismo, anunciaba muy orondo que el delito de robo de gasolina –huachicoleo–, ha venido a menos hasta en un 95 por ciento, o sea, que se delito, prácticamente y desapareció, que los huachicoleros o fueron detenidos o le tienen miedo al Ejército, la Marina, la Policía Federal, la Policía Ministerial, en fin, a todos los grupos que aunque no lo dijo el Presidente, se debe el control del robo de gasolina, cuando se continúa con la detención de unidades pesadas.
Pero por fijar su atención en solo esos delitos, otros como el abigeato se han disparado escandalosamente, pues ahora no se llevan una o dos animales destazados, hoy, con tráileres cargados de ganado, doscientas o más cabezas que han desaparecido en Coatzintla, Tihuatlán, Papantla, pero eso para los gobernantes no es inseguridad a lo mejor. Eso no entra en los porcentajes que oficialmente se manejan, pero en fin, habrá que ser optimista y creerles a los gobernantes cuyo mundo, es totalmente diferente, distinto al que vive el grueso de la población.
Querer esconder, minimizar la realidad que este país y Veracruz, viven es hacer que hasta los 30 y tantos millones de mexicanos que votaron por López Obrador, empiecen a dudar de las promesas que el peje tabasqueño a quien consideraron su Mesías, no es sino solo alguien que quiere instaurar una dictadura de la que será difícil salir porque el país está siendo llevado a un estado de enervamiento que un gran número de mexicanos, está viéndose en un escenario como el de Venezuela o el que vivió Cuba.
Y todo porque López Obrador, no ha aprendido a gobernar y sigue haciendo política como si fuera candidato y entre sus mismos correligionarios, ya les empieza a hastiar que su sexenio esté basado solo en recordar a la mafia del poder que llevó al país a la pobreza y en algunos puntos de la nación, a la hambruna, pero esto, es algo que no se acepta porque con las limosnas que está dando el actual sistema haciendo llegar miserables apoyos a los mexicanos, que no se ponen a pensar que eso que les dan, sale de los impuestos, derechos y otros conceptos, que ellos mismos pagan. Cree que ya van a salir de ese estado, pero solo hará que el número de jóvenes con mayor razón ni trabajen ni estudien o que de plano se olviden de trabajar, más ahora que pretende que los mexicanos se acusen unos a otros, si son vecinos de alguien que a lo mejor sí aprovechó bien el recurso y viva mejor, porque en la mente maquiavélica de López Obrador, quien vive en condiciones óptimas, obligadamente es narco, huachicolero, o cualquier otro tipo de delincuente peligroso. Hasta allá quiere llegar el Presidente, en su intención de consolidar su tiranía, su dictadura. Buzos caperuzos.
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