viernes, noviembre 22

Inversiones fraudulentas

Al momento de pensar en dar destino a su dinero, es común confundir ahorro con inversión.

Y aunque la característica que ambos conceptos guardan entre sí, es que en ninguno de los casos se puede  disponer del dinero en un momento presente, la diferencia radica en que ahorrar es guardar el dinero para gastarlo después; mientras que invertir es arriesgarlo para obtener una ganancia futura.

Así mientras mayor sea el riesgo de perder lo invertido, mayor será la compensación o ganancia que obtendremos al final del plazo de espera.

Visto por el lado de las ganancias, el error que cometen los temerarios ‘inversionistas’ es no medir el riesgo que representan las opciones que prometen altas utilidades en plazos cortos, las que seguramente no serán inversiones, sino: estafas.

Por ejemplo Usted recordará aun con claridad el mega fraude cometido por la Cooperativa Caja Popular de Veracruz por allá del año de 1999, aquella que pagaba altos intereses por las cantidades que sus socios ahorradores depositaran, y a quienes muy al principio pudo pagarles hasta que un día quebró, llevándose consigo el “barquito” (pues era el logotipo con el que se identificaba) los ahorros de miles de personas  que, -en algunos casos- habían invertido el importe de sus jubilaciones completas pensando que de ahí en adelante vivirían sobradamente bien, con los intereses que obtendrían.

No se diga aquellas personas que atraídas por los altos intereses que pagaba la Caja de ahorros, vendieron su casa para depositar el dinero y recibir intereses, quedando al final sin casa y sin dinero.

Pero no solo las Cajas han dado la nota en materia de defraudación, ¡cuántas  historias podríamos contar de las personas que hace apenas un par de años, cayeron en la estafa de la Flor de la Abundancia!, los Telares, o cualquier otro nombre que llegó a recibir la amarga experiencia colectiva que vivieron quienes participaron en estas dinámicas que despojando a los participantes de fuertes sumas de dinero, prometían abundancia y en su lugar tuvieron pura “desgracia”.

Familias divididas, amistades perdidas, y deudas; porque así como hubo quienes recurrieron a préstamos para tener qué invertir, también hubo quien involucró y convenció a sus compañeros de trabajo de participar y después tuvo que pagarles lo que perdieron.

Los casos se siguen repitiendo y aunque con “ganchos” diferentes, las estafas disfrazadas de inversión siempre estarán a la orden del día.

A la fecha y según los datos que arrojó la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2.1 millones de adultos en México en los últimos tres años han sido víctimas de fraude, cifra que únicamente comprende aquellos relacionados con productos, servicios o esquemas financieros; las víctimas de “la bolita”, los telares y las flores de abundancia no están cuantificadas.

Así que mejor sea precavido, cuide su patrimonio y opte por mecanismos formales al momento de invertir.

¡Pregunte 2281148502, es mejor tener dudas que deudas!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.