jueves, noviembre 21

Joven Arrestado en Turquía por Intentar Hacer Trampa en Examen Universitario con Tecnología de IA

En Turquía, hacer trampa en los exámenes de ingreso a la universidad es un delito arrestable, y un joven emprendedor aparentemente intentó salirse con la suya utilizando un ingenioso esquema impulsado por inteligencia artificial (IA). La policía en la provincia suroeste de Isparta descubrió que un estudiante, cuyo nombre no ha sido revelado, estaba utilizando un complejo dispositivo casero para supuestamente hacer trampa en el examen de aptitud básica del país, conocido como Temel Yeterlilik Testi (TYT), según informa Daily Mail.

Un video policial compartido por Daily Mail revela el nivel de detalle en la creación del dispositivo de trampa. El aparato incluía un teléfono inteligente, un router o módem escondido en el zapato del estudiante, un auricular para recibir las respuestas y una cámara en el botón de la camisa, mejorada con software de IA.

En el video, un policía turco demuestra cómo funciona el dispositivo. Utilizando la cámara en el botón, el sistema de IA empleado por el estudiante «leía» la pregunta en un papel y un agente de voz respondía en el teléfono, transmitiendo la respuesta al auricular. Todo el sistema parecía estar alimentado por el «router» —probablemente un error de traducción de módem, como sugiere Ars Technica— que el ingenioso estudiante había ocultado en su zapato.

Según el mismo video, la policía descubrió el engañoso aparato tras registrar al estudiante debido a su «comportamiento y acciones sospechosas».

Este caso, notable por la creatividad y preparación del esquema, parece una progresión lógica en la utilidad de la IA para hacer trampa académicamente. Casi inmediatamente después de que OpenAI lanzara ChatGPT en noviembre de 2022, comenzaron a surgir historias sobre estudiantes que usaban el chatbot para sus tareas escolares.

Solo dos meses después de su lanzamiento inicial, una encuesta encontró que un asombroso 89 por ciento de los estudiantes universitarios admitieron usarlo para tareas y el 48 por ciento lo había usado en exámenes o pruebas en casa. No hay duda de que este tipo de uso continuará incluso cuando los administradores y las instituciones intenten frenarlo.