¡ A S Í E S !
Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
Qué descubrimiento ha hecho el gobierno federal a través del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval): habrá 10.7 millones de mexicanos en extrema pobreza, como resultado de los efectos de la pandemia, pero no dijo o sea, que eludió aceptar aquí en Poza Rica, que México ya tiene más de 50 millones de pobres, casi la mitad de la población nacional, y súmele usted los que vino a dar a conocer la directora general de Alimentación y Desarrollo Comunitario del DIF nacional, Uritzimar San Martín López en una visita a esta ciudad, para anunciar que serán derramados 12 mil millones de pesos en las poblaciones donde se localizaron a esas personas que son como animalitos, mascotas, diría el presidente Andrés Manuel López Obrador, a las que lejos de enseñarles, hay que darles de comer.
Se imaginan ustedes a más de 65 millones de mexicanos que no tendrán ni para comer al final de este año, más los que se le agreguen en el 2021, si el gobierno federal va a estar alimentándolos, las centenas de miles de millones de pesos anuales que le costará a una minoría sostener a toda esa gente, porque el dinero saldrá de los impuestos diversos que se cobran y que desde luego, los pobres no podrán pagar de ninguna manera. Eso repercutirá severamente en la economía y si no se ha podido salir de la situación verdaderamente difícil, crítica en grado superlativo, las oportunidades de empleo se restringirán como nadie se imagina. El panorama pues se avizora sumamente crítico.
No se ve todavía con claridad, cómo este país vaya a subsistir ante un déficit tan inmenso, con una economía totalmente desecha, sin oportunidades de empleo ni movimiento económico. El panorama pues no es como para echar las campanas al vuelo. En realidad, no es esa la manera de ayudar a la gente pobre y no se le ve otra justificación más que la política, porque se trata en realidad de comprar los votos de las elecciones del 2021 para reafirmar la mayoría en los congresos federal y en los congresos locales como en los municipios.
Saben que hoy el pueblo, ya no acepta como en el 2018 al partido en el poder y no hay otra manera que obligarlos a votar por el nuevamente, otorgándoles las migajas que bimensualmente les hacen llegar a cambio de asegurar el sufragio para el año próximo. Podrían urdir otra maniobra pero sin el manejo criminal que se hace de los humildes.
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