domingo, septiembre 8

Las Pozas de Edward James, el surrealista jardín enclavado en la huasteca potosina

Xilitla, SLP.- En pleno corazón de la huasteca potosina se encuentran las Pozas de Edward James, en el municipio de Xilitla, una región tan enigmática como paradisíaca para quienes gustan del contacto con la naturaleza, pues ofrece un bosque tropical y una gran cantidad de especies animales.

Durante la época prehispánica fue lugar de asentamiento de poblaciones huastecas, pero sufrió de invasiones chichimecas, quedando inclusive bajo el dominio del emperador mexica Moctezuma Xocoyotzin.

Ya durante la conquista, en 1537 se inicia la construcción del convento de Xilitla, el más antiguo de la región.

Este convento sufrió saqueos y fue incendiado en dos ocasiones, en los años 1569 y 1587. Durante la época de la Reforma fue abandonado.

Ubicada a 600 metros sobre el nivel del mar, la región presenta formaciones montañosas cubiertas de espeso follaje, lo que sirvió de inspiración para que en 1947, un artista escocés, empedernido amante de las artes y mecenas, decidió establecerse en el lugar e iniciar la construcción de un jardín botánico.

La romántica historia

Edward Frank Willis James llegó a México en 1945 para visitar a sus amigos en Cuernavaca, Morelos, pero dos años más tarde adquirió una plantación de café en las afueras de Xilitla, donde inició la plantación de orquídeas.

Un aspecto romántico del relato refiere que se inspiró en su esposa Tilly para dar forma a la colección de orquídeas. Ese mismo espacio se convirtió en hogar de especies animales como venados, ocelotes, reptiles y aves.

En 1962 una helada destruyó gran parte del trabajo de conservación de orquídeas. En su lugar, Edward James inició la construcción del jardín escultórico que permanece hasta nuestros días.

Conocido como Las Pozas de Edward James, el jardín escultórico fue nombrado Monumento Artístico por el Gobierno de San Luis Potosí en 2006, y seis años más tarde recibe la declaratoria federal por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

En su construcción se dio empleo a más de 150 personas, entre albañiles, carpinteros y jardineros, hasta que en 1984 tuvo que suspenderse por el fallecimiento de su autor.

Entre las obras que se pueden admirar se encuentran unas manos monumentales, que cuenta la leyenda que se trata de las manos a escala de la amada esposa del artista.

De jardín botánico a centro turístico

El visitante pasará largos ratos caminando entre escalinatas que conducen a la nada, pero conectadas entre sí. Hermosas figuras de flores de concreto que contrastan con las flores naturales que crecen todo el año.

A la entrada sobresale la construcción de lo que los visitante llaman “El Castillo”, una edificación con diferentes variedades de columnas, arcos y escalinatas.

Siguiendo con el recorrido, el visitante puede acceder al área de las pozas, una corriente de agua en la que coexisten remansos y cascadas naturales junto a otras creadas por Edward James. A pesar de lo frío del agua, las personas no pueden dejar pasar la oportunidad de bañarse antes de salir del jardín escultórico.

El conjunto escultórico, las pozas y el bosque tropical ocupan una superficie de cerca de 37 hectáreas, en las que muchos de los espacios se han mimetizado con el ambiente, con lo que pareciera que las estructuras de concreto son parte de la vegetación.

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