viernes, noviembre 22

¿México, militarizado?

Después de la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 11 de mayo de este año, en el que se publica el acuerdo por el cual el Presidente de la República hace uso de las funciones que la Constitución y el decreto por el cual se autoriza la Ley de la Guardia Nacional, en su artículo quinto de fecha 26 de marzo de 2019, le confieren, respecto a utilizar a la fuerza permanente en tareas concernientes a la seguridad pública nacional, en apoyo y bajo la subordinación a la Guardia Nacional, mismas funciones de carácter extraordinario (no olvidemos esa palabra) no podrán ser por un tiempo mayor al establecido en el decreto, que será como fecha máxima el 27 de marzo del 2024.

Los medios de comunicación tradicionales, las redes sociales, columnistas y la sociedad en general han puesto el tema de la militarización en México, por lo que me daré a la tarea de explicarles mi punto de vista y opinión respecto al siguiente análisis:

Empezaré por la definición que mas me gustó respecto a militarización, la cual es definida como el sometimiento de una población, actividad, servicio o lugar, a la disciplina, al espíritu o a las costumbres militares.

De esta definición que utilizo como ejemplo, no encuentro una realidad respecto a lo se está realizando en el país, ya que no veremos a policías, guardias nacionales o población civil en general u órganos de gobiernos municipales, estatales o federales, adaptarse a la disciplina, espíritu o costumbres militares.

Pero los análisis siempre deben ir mas allá de la parte legaloide y centrarse en las realidades que vivimos en el día a día. La realidad es que la estrategia de seguridad pública que se ha utilizado los últimos 18 años, nos ha demostrado que los cuerpos policiacos del país no han podido responder a las necesidades reales de la inseguridad de nuestra nación.

Así mismo hemos podido observar que instituciones son creadas cada sexenio con la idea de que vienen a solucionar todas las problemáticas de inseguridad existentes, pero que al paso de los años terminan con los mismo malos resultados, recurriendo nuevamente a las dos instituciones más fuertes y con mayor credibilidad del país, como lo son la Secretaria de la Defensa Nacional y la Secretaria de la Marina Armada de México.

Pero la solución no es utilizar a los militares y marinos mexicanos como policías, se ha demostrado en estos últimos años que no ha sido la solución y que solo ha servido para desgastar a nuestras fuerzas armadas, en su imagen, en su personal y en la misma naturaleza de sus obligaciones, queriendo utilizarlos como salvadores a todos los problemas que surgen en el país.

Es cierto que para quien no conoce las costumbres y vida del gremio castrense, se le hace imposible imaginar que el personal militar y naval es un submundo muy distinto al conocido por los políticos y civiles en general, pero que a su vez no es tan distinto ya que existen todas las mismas opciones de vida que a los civiles pero que solo quienes lo hemos vivido lo podremos entender.

El hecho de que nuevamente se quiera utilizar a los elementos militares en funciones de seguridad pública no es nuevo, lo hemos visto los últimos tres sexenios de nuestra historia moderna, la única diferencia es que ahora será legal, por lo menos en la cuestión legaloide del sustento jurídico (sé que algunas personas lo consideran inconstitucional , pero no entraré en este momento en ese debate), pero que la realidad es que los datos nos dejan ver que no es la solución al problema de raíz y de fondo.

Hemos visto un incremento constante en los delitos de alto impacto como el homicidio, ya que algunos especialistas mencionan que son las Fuerza Armadas quienes aumentan ese grado de violencia por el alto índice de letalidad que tienen, pero que siempre les he rebatido y jamás me han podido refutar el hecho de que en este país existen más de tres mil interacciones diarias entre personal militar y población civil, dándonos como resultado millones de interacciones de militares con civiles en un sexenio, que el número de muertos en enfrentamientos directos o indirectos con militares y marinos no alcanza ni siquiera el .01 % del número de homicidios de este país, por lo que se demuestra nuevamente que desconocen la realidad respecto al índice de letalidad del personal militar.

Pero vayamos a los que nos importa, el acuerdo publicado y que tanto revuelo a causado, en realidad deja a mi entender muchas interrogantes y lagunas de carácter jurídico, por ejemplo, el hecho de que las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Fuerza Aérea), participaran de forma EXTRAORDINARIA, REGULADA, FISCALIZADA, SUBORDINADA Y COMPLEMENTARIA con la Guardia Nacional.

Me causa muchas preguntas e interrogantes, todos los que hemos estado en el medio militar sabemos que las misiones deben cumplirse, pero que el mando no se comparte, solo se ejerce, pero que en este caso tenemos a un comandante de la guardia nacional, que es el Gral. Luis Rodríguez Bucio, quien está bajo las órdenes del General Secretario, a su vez el mismo secretario de seguridad y protección ciudadana Alfonso Durazo Montaño, ha declarado públicamente que la parte operativa de la Guardia Nacional la ejerce la SEDENA y que el solo se encarga de la parte administrativa, lo cual nos demuestra que en la realidad será la Secretaria de la Defensa Nacional quien será la encargada de operar a la Guardia Nacional, lo que hace que los medios de comunicación, los columnistas y especialistas manifiesten una militarización de facto.

La problemática real que observo es que nuevamente las fuerzas armadas se sacan la rifa del tigre sin comprar boleto, lo digo porque nuevamente tendrán que realizar funciones para las que no están preparados, en las que no se sienten cómodos, no les gustan y que, sin embargo, lo harán con la mejor de sus capacidades y con la mejor disposición para cumplir siempre con la misión, pero que la realidad es que serán muy afectados y dañados en este nuevo mandamiento presidencial.

Las fuerzas armadas ahora de forma legal y justificada de acuerdo a la ley, harán las funciones establecidas en el artículo 9° de la Ley de la Guardia Nacional, que tiene 44 fracciones, por lo que se tendrá que preparar nuevamente a las tropas militares para que sepan hacer el llenado de un Informe Policial Homologado (IPH), un protocolo de primero respondiente, hacer presentaciones al ministerio público, conocer los tres niveles de contacto de la autoridad con los gobernados, justificar sus actuaciones, etc., apegados siempre al respeto y salva guarda de los derechos humanos y conforme a lo establecido en la Ley Nacional del Uso de la Fuerza y lo establecido en el artículo 16 Constitucional.

Esto no parecería nada nuevo, si no fuera por la situación de excepción será normalizada, haciendo que el enemigo ahora sean las fuerzas armadas, ya que deberán cumplir con todas las disposiciones legales que muchos desconocen; protocolos de actuaciones desconocidos, leyes que no son del uso común de ellos, además de que serán juzgados en caso de algún error que cometan conforme a las leyes federales y locales, pero que no los exenta de las leyes y reglamentos militares, todo esto siempre en su perjuicio obviamente, ya que al no tener el cobijo que les proporciona el artículo 13 Constitucional, que es el fuero castrense, los obliga además a estar sujetos a los protocolos que emita la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Nuevamente se abandona la construcción de una estructura policial, por la necesidad inmediata de resultados a la grave crisis de inseguridad del país, pero nuevamente se apuesta a utilizar al personal militar para que realicen funciones que no son de su naturaleza y que van contrarias a su formación, aunado al hecho de que de acuerdo a las leyes que hemos analizado, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, tendrían que estar su actuación bajo la supervisión, fiscalización y subordinación del secretario Alfonso Durazo Montaño, quien es el único de los involucrados que no es experto en seguridad, es mas, no tiene la menor idea del concepto más básico de seguridad pública y ciudadana, ya que es un político, y para esto señores necesitamos especialistas responsables que sepan lo que hacen, ya que aquí no opera el 90% de honestidad y 10% de capacidad, necesitamos el 100% de capacidad y honestidad para poder dar los resultados urgentes que se necesitan.

Por último, veo problemas para el personal militar al tratar de cumplir con esta misión, ya que se verán afectados por los grupos criminales que por el temor de ser mermados en sus actividades delincuenciales empezarán a desgastar a los elementos militares, con falsas denuncias de violación a derechos humanos, publicación de videos manipulados donde traten de desprestigiar al elemento militar, denuncias sin fundamentos, mas trabajo por la misma paga, problemas familiares al no tener tiempo de convivir con la familia, ser tratados de forma discriminada desde el momento de que ganaran menos que los elementos de la Guardia Nacional por hacer el mismo trabajo. En fin, espero de corazón que tengan el apoyo de la Secretaría de la Defensa y la de Marina y no los dejen abandonados a su suerte si surge algún problema de carácter legal, como lo hemos visto los últimos años, ya que siempre querré que le vaya bien a México. Que Dios proteja a nuestros soldados para que puedan cumplir con esta misión tan brava que les han encomendado.

Lic. César M. Gutiérrez Priego.

Visita https://www.fundaciongutierrezrebollo.org

 

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