Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
El caso del nepotismo perfectamente y totalmente configurado, en que ha incurrido la regidora Brenda Guadalupe Carrión, dejó desde un principio la corrupción e impunidad que ha permeado en el actual Ayuntamiento de extracción Morenista, sin el menor recato y sí un execrable cinismo, no solo de ella, sino del alcalde y los demás ediles que, aun habiendo tenido desde luego, todas las pruebas contundentes del delito cometido, por la ambiciosa mujer que a un año y siete meses y medio, quien valiéndole gorro todo, mantiene a su esposo, a su hija, a su cuñado y a toda su parentela en la nómina del Ayuntamiento.
No se puede, además ni se debe decir que le pasaron “el tercer strike” de noche a Francisco Javier Velázquez Vallejo, a quien igual, se le resbala todo porque se siente tan seguro con la protección desmedida que le otorga su madrina, la senadora con licencia y ahora secretaria de energía, Rocío Nahle, que es la segunda en mando político del sistema Morenista, porque es la principal sopla nucas del tabasqueño –muchos dicen que es extranjero y “la raza” lo llega a creer desde el punto de vista deber cuanta protección da a los migrantes–, quien ha ordenado a alcaldes sureños que en sus Ayuntamientos, den cabida cada uno, a centroamericanos y le sigan dando atole con el dedo a los nacionales, haciendo que el desempleo siga creciendo, como empleados, para cumplir con la orden de Donald Trump, quien lo tiene como al avestruz.
Bien, en esas circunstancias y con esa protección desde palacio nacional y palacio estatal, el tipo hace todo lo que le da su rechi…flada gana sin ponerse a pensar que la ley también castiga a los cómplices que es en lo que está convertido el alcalde, por proteger a su vez a la ambiciosa e importanadista edil, quien ya construyó su palacio en el terreno donde se ubicaba el templo del cual su esposo era o sigue siendo, pero ahora en otro lugar, el pastor. Lo que si hay que tener presente es que robará los dineros de los pozarricenses hasta el último de diciembre del 2021, porque nada es para siempre ¿y después? ¡a seguir viviendo de las limosnas, aportaciones, ayuda o como les llamen a los recursos que se colectan al finalizar cada ritual que su esposo preside! O “a vivir de lo mal habido”.
Pero así como Francisco Javier se hace como que la virgen le habla, ella y otros ediles que también tienen familiares en nómina, todos los que “están en el ajo”, se tienen que tapar con la misma cobija, al menos hasta que al contralor José Manuel Lugo Álvarez, se le ocurra intervenir con las facultades que le da la ley, si no es que a él la “están pasando corriente” y por eso se hace el desentendido, sin embargo, si la ciudadanía exige sus derechos y denuncia ante las autoridades correspondientes, aunque él no quiera, tendrá que intervenir pero ya con el riesgo de que también lo pepenen por incumplimiento de un deber.
Por lo pronto, Francisco Javier y toda su camarilla pueden seguir quedándose con el dinero de los pozarricenses, pero que no se den golpes de pecho como su estulto mesías, de que son honestos, porque además, en política, está todo tan podrido, que nadie se escapa de tragar defecaciones, ajenas y propias. Mientras que el pueblo siga pecando de indolente y carente de una verdadera conciencia cívico-política.
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