Héctor Hugo Viveros G. Saldaña *
AMLO odia a los «amparistas perversos» y bueno, para el son perversos, porque históricamente lo exhiben como lo que es en esencia: un político autoritario que reiteradamente ordena realizar obras pasando por encima de los Derechos Humanos de las personas y hay dos ejemplos muy buenos de como pierde en los amparos:
2005, El desafuero.
En 2005, AMLO Jefe de Gobierno del Distrito Federal, expropia un predio porque en un proyecto de construcción de un hospital se trazó el camino de acceso sobre la propiedad de una persona, quien a través de un Juicio de Amparo, se opuso a dicha expropiación. Un juez federal, le ordenó a AMLO suspender la obra, pero en año previo a una elección presidencial, es díficil para cualquier político no tomarse la foto y salir en las noticias nacionales inaugurando un hospital, así que AMLO no suspendió la obra y cometió un delito Federal. Pero su fuero como jefe de gobierno impedía que fuera procesado por el delito y de ahí devino el desafuero.
En su audiencia ante la cámara de diputados no defendió jurídicamente su actuar, pues en realidad había cometido un delito doloso, sino que comenzó a descalificar a todas y a todos, las y los diputados acusándolos de actuar por consigna, un fenómeno que ahora está muy presente en ambas cámaras federales y en las locales donde él ejerce una fuerte presión, y argumentando que había peores casos de corrupción impunes, sugiriendo que él también debería quedar impune, pues su caso no era tan grave.
Esas fueron las palabras de el AMLO delincuente en 2005, haciéndose la víctima, como siempre, y en las que denotó su nulo interés por combatir su propia corrupción, pues para él, desobedecer una orden de un juez federal, es una cosa ínfima. Por eso en aquel entonces varios, dentro de los que no me incluyo, dijeron «Andrés Manuel es un peligro para México», pues la manipulación discursiva y su demagogia que sutilmente promueve la impunidad, se emitían en un contexto donde él aspiraba a ser candidato presidencial, es decir, aspiraba a obtener un cargo en el que su autoritarismo, podría aumentar… y sucedió. En aquel entonces, sin acceso a la información, yo era un defensor de AMLO… Pregunten a mis compañeros de la Universidad…
(Interludio de 12 años, en los que se paso promocionándose en spots del PRD, Partido del Trabajo y MORENA. Fue 3 veces candidato presidencial y se gastó alrededor de 156 millones de pesos en sus campañas presidenciales. El 70% de este dinero, proviene de nuestros impuestos)
2018. Otra Obra. El Aeropuerto de Santa Lucía. AMLO se ve obligado a detener su proyecto constructor.
Mismos elementos, (obra pública, marco jurídico, AMLO, Jueces de Distrito, Amparos y se suspende la obra), y casi la misma historia, pero ahora la suspensión fue definitiva en más de un juicio.
Compromete millones de pesos del presupuesto para pagar los daños generados a las empresas constructoras. Les paga por no hacer nada y se compromete a darle contratos para la construcción de Aeropuerto de Santa Lucía.
La foto de «la primera piedra del nuevo aeropuerto» no se ha podido tomar porque nuevamente, los jueces federales le han ordenado detener la obra, a través de incidentes de suspensión de actos reclamados, provenientes de juicios de amparo. AMLO no puede iniciar su Mega Proyecto, que resulta ser muuuuuuuuuy atractivo para los ex presidentes. Fox, Calderón, Peña y AMLO han intentado construir un nuevo aeropuerto sin lograrlo. Por razones económicas, sociales y políticas no se logra. En este caso, la razón es jurídica.
Después de 12 años de alternancias políticas y de la envidiable pluralidad ideológica actual, hemos logrado derribar varias barreras a las libertades. El juicio de Amparo y otros instrumentos internacionales, nos ha ayudado a crear y reconocer nuevos derechos fundamentales para todas las personas.
A partir de las interpretaciones que el Poder Judicial de la Federación a realizado sobre la Constitución, los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos y las sentencias de tribunales internacionales, en las resoluciones de Juicios de Amparo y Medios de Impugnación en Materia Electoral, hemos logrado levantar barreras jurídicas en contra del machismo político, el feminicidio, abusos de los policías, de las fiscalías, de los jueces… y derribado otras, como por ejemplo el no poder divorciarse si uno ya no quiere estar con una persona, que nos consulten sobre temas de medio ambiente, la posibilidad de iniciar leyes, el reconocimiento de derechos indígenas, de derechos de identidad a las personas transgénero, derechos laborales para personas con autismo.
Ciertas posibilidades de acceso a libertades de la realidad actual serían nada sin el Amparo… pero a AMLO le estorban los límites jurídicos a sus construcciones y sabiendo que esto iba a pasar, uno de sus políticos reciclados del PRD propone la creación de una Tercera Sala en la Suprema Corte, para poder así insertar ministros a modo que declaren constitucionales los actos de la 4T.
También le ha molestado la negativa de no bajarse el sueldo a los cálculos propuestos por él. El Poder judicial de la Federación es una piedra en el zapato autoritario de AMLO y que bueno, porque en el mundo hay ejemplos de los conflictos entre el Poder Judicial y el Ejecutivo y no son síntoma de nada bueno.
En términos políticos, podríamos decir, que el Poder Judicial es la única oposición eficaz contra AMLO y no porque tengan el objetivo de oponerse, sino porque quiere hacer las cosas violando derechos fundamentales y si los amparos determinan que ha violación de derecho, pues hay que reparar los daños y detener la violación. Independientemente de que los aviones se repelan como imanes con polos iguales o de que haya un cerro que técnicamente hace difícil la operación del aeropuerto o de que el destino de las personas sea la Ciudad de México y vayan a a llegar a otro lado.
Si lo dejamos perder vamos a comprometer a toda una generación a vivir bajo un régimen peor al del PRI de los 70’s. Peor porque, así como han avanzado los discursos de libertades han avanzado las técnicas de dominio político gubernamental.
En pleno 2019 aún hay dictaduras por todo el mundo y aquí en América Latina hay al menos 3, de las cuales 2 iniciaron con el voto popular y una por las armas: Venezuela, Bolivia y Cuba respectivamente. No hace mucho salimos de la nuestra en el año 2000 y un poco antes Chile salió de la suya bajo Pinochet.
El tema es de poner muuucha atención, porque los caminos a la dictadura son sutiles, lentos y llenos de fulgor demagógico que en el siglo XXI se acompaña de votantes, por eso ahora se autolegitíman con los votos, pero finalmente son dictaduras y para consolidarse, todas requieren de controlar al poder judicial.
Por eso primero hay que desgastarlos más, desgastar su credibilidad, sus criterios, los temas personales de los jueces y ministros, su salario, decir que son opulentos, que no son electos por el pueblo y que no representan al pueblo, que pertenecen al régimen corrupto, a la mafia del poder, al pasado… el siguiente paso, son las marchas, las reformas, las destituciones y los nombramientos nuevos Ministros. Nuevos como si política, ideológica y civilmente hubieran nacido un día antes.
Finalmente, en el centro de la discusión también se encuentra el acceso a medios de defensa frente al gobierno, del color, ideología y régimen que sea. No se debe consentir que el presidente quiera confeccionar todas las instituciones y todos los poderes del estado a su medida, porque es él quien debe ajustarse a la realidad en el marco de los límites institucionales marcados en la Constitución, los tratados internacionales y las leyes.
* Abogado Postulante y profesor de la Universidad Veracruzana