Cuando escucho en diferentes medios de comunicación que la sociedad rechaza la militarización de la Seguridad Publica vía la Guardia Nacional, me vienen a la cabeza muchas preguntas, la primera sería ¿a quiénes de la sociedad?, porque hablar por todos es complejo y presuntuoso, pero analicemos el porqué apostar a la profesionalización militar sobre la profesionalización policial.
En los últimos seis años en el país hasta septiembre de este año se tenían contabilizadas 122,889 muertes violentas según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de los cuales el 56% de dichas muertes se dieron en enfrentamientos entre grupos criminales, el 43% fueron muertes entre particulares por diferentes motivos (accidentes de tráfico, etc.), menos del 1% de esas muertes tuvieron que ver con el trabajo de las Fuerzas Armadas en confrontaciones directas o indirectas.
Con los mismos datos que los especialistas, colectivos ciudadanos y defensores de derechos humanos se escandalizan por esta noticia, sería importante mencionar que de acuerdo a las mismas encuestas del INEGI las dos instituciones mejor calificadas de todos los ámbitos de gobierno no solo el federal, por la confianza que le tiene la ciudadanía es la Secretaria de Marina (SEMAR) y la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA), y a su vez las instituciones peor calificadas y que causan temor a la ciudadanía son La policía de Tránsito, policía Municipal y Ministerios Públicos.
Pero si todavía con dicha información tenemos dudas del porque de la apuesta a la militarización vía la Guardia Nacional, tenemos los datos de los últimos dos sexenio respecto al número de enfrentamientos que las Fuerzas Armadas han sostenido con los grupos del crimen organizado; del año 2006 a Septiembre de 2018 según datos de la SEDENA y SEMAR, han existido cerca de 5,100 enfrentamientos directos entre miembros de las Fuerzas Armadas y miembros de la Delincuencia Organizada, de los cuales han fallecido alrededor de 327 miembros de las Fuerzas Armadas, 5,223 civiles, han sido 1,100 militares heridos, mas de 600 de gravedad, así mismo, 2,123 civiles han sido heridos, 1,342 de gravedad, dándonos como resultado nuevamente que menos del 01 (uno)% de los homicidios de este país tienen que ver con las Fuerzas Armadas y su trabajo de coadyuvancia con la Seguridad Pública.
He mencionado constantemente que en el país existen más de dos mil interacciones diarias entre elementos militares y la población civil, entre plan de de ayuda a la población civil en caso de desastres DN-III-E, Operación y erradicación de plantíos, Fuerza de Tarea, reforestación, labore social y educativa, apoyo a la seguridad pública e interior y un largo etcétera, con resultados por demás sobresalientes, dándonos como resultados millones de interacciones en cada sexenio, pero son criticados por una docena de casos que son muy lamentables pero nos habla del grado de efectividad del personal militar al realizar su trabajo.
Tal vez se nos ha olvidado que nuestras policías están totalmente desarticuladas, penetradas y coludidas por los grupos criminales que operan en México, tal vez no entendamos que el problema es tan grande que necesitamos a la última opción que tenemos que son las Fuerzas Armadas, las cuales siempre han dicho que si los dejan hacer el trabajo ellos acabaran con los enemigos de México, que son el crimen organizado. Las diferencias que veo con los anteriores sexenios es que esta vez será legal el uso de militares vía la Guardia Nacional para que realicen estas funciones de Seguridad Pública e Interior, que no es lo que muchos quieren pero que será legal.
Para los que decían que había un agravio del próximo gobierno para los militares, ha quedado claro que el presidente electo entiende que ahora son sus militares, claro que al grupo de poder que ha estado en la SEDENA los últimos 24 años no los quiere y no los querrá. Los resultados que de la Guardia Nacional será por mucho el legado que dejara esta cuarta transformación que apenas empieza.
Lic. César M. Gutiérrez Priego.