Édgar Escamilla
El grupo de elementos de la Guardia Nacional (antes Policía Federal), encargados de la custodia y seguridad de los integrantes de la Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos, abandonaron su comisión para recrearse en la zona arqueológica de El Tajín.
Con base en un reporte al que se tuvo acceso, el grupo de policías federales a cargo del oficial Manuel Mendieta ingresó a la zona arqueológica El Tajín el 14 de febrero a las 10:50 horas, solicitando el acceso gratuito y portando sus armas de cargo, violentando la normativa y medidas de seguridad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
A pesar de que el personal de custodios trató de impedir el acceso a la zona de monumentos, toda vez que los policías se encontraban armados y no contaban con un oficio de comisión, el director de El Tajín, Olaf Jaime Riverón, ordenó se les facilitara el ingreso, abandonando el recinto a las 12:30 horas.
Cabe recordar que el pasado 30 enero, el citado director de la zona arqueológica permitió de igual forma el acceso a más de 40 personas que formaban parte de una brigada de médicos y que se encontraban en Papantla en una campaña de salud, por lo que dicho funcionario ha infringido la normatividad del INAH en reiteradas ocasiones. Contrariamente, en anteriores ocasiones se ha prohibido el ingreso a personas con indumentaria indígena.
Por lo anterior, los custodios presentaron un reporte dirigido al arqueólogo Diego Prieto Hernández, director general del INAH, para que aplique las sanciones previstas en la ley federal de responsabilidad de los servidores públicos.
Los policías habían escoltado a los brigadistas desde el municipio de Papantla hasta la ciudad de Poza Rica, donde habrían de realizar tareas de búsqueda en campo, mismas que fueron suspendidas por cuestiones climatológicas.
Al llegar a la altura de la colonia Petromex, en Poza Rica, los federales se separaron del convoy, trasladándose entonces a la zona de monumentos arqueológicos.
De acuerdo con el abogado César Gutiérrez Rebollo, especialista en derecho militar, los integrantes de la ahora Guardia Nacional se encontraban comisionados a una tarea, que es la de salvaguardar la seguridad de los brigadistas, al suspenderse la actividad debieron continuar cumpliendo su misión o en su caso retornar a su base.
Además cometieron una falta al ingresar armados a la zona arqueológica sin un oficio de comisión que sustentara su presencia en el centro ceremonial, lo que como fuerzas federales no deberían permitir por estar obligados a cumplir con las leyes mexicanas, incluidas las relacionadas con la cultura.
En un video proporcionado a esta redacción, se observa el momento en el que el grupo de policías solicita la intervención de Olaf Jaime Riverón para poder ingresar gratis y armados a la zona arqueológica.