México es un territorio altamente expuesto a fenómenos naturales debido a su ubicación geográfica, colindando con el océano Pacífico, dos Golfos y parte del Mar Caribe. Esta situación convierte a 17 entidades costeras en zonas susceptibles a eventos hidrometeorológicos como huracanes, tormentas tropicales e inundaciones. Además, la República mexicana está situada en una zona altamente sísmica.
Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), solo el 25% de las viviendas en México cuentan con seguro. Ante la temporada de huracanes 2024, la AMIS ha emitido recomendaciones para ampliar la cobertura del seguro de vivienda, instando a incluir coberturas esenciales contra terremotos y huracanes para garantizar una protección adecuada de los usuarios ante estos riesgos.
La AMIS ha detallado los cuatro tipos de seguros de vivienda disponibles:
- Seguro voluntario para propietarios: Brinda protección integral a la vivienda y sus bienes.
- Seguro para arrendatarios: Cubre únicamente los bienes del inquilino dentro de la vivienda alquilada.
- Seguro de vivienda ligado a un crédito hipotecario: Protege el valor del saldo, el valor de la vivienda, o el que sea mayor.
Es fundamental revisar los bienes asegurados en la póliza, los cuales incluyen:
- Bienes muebles: Objetos transportables manualmente dentro del inmueble asegurado.
- Inmuebles: Conjunto de construcciones, instalaciones hidráulicas, sanitarias y eléctricas de la vivienda.
- Áreas comunes: Espacios compartidos dentro del condominio o fraccionamiento.
La AMIS también aconseja identificar la suma asegurada, que es el importe especificado en la póliza para los bienes o riesgos cubiertos, siendo la cantidad máxima de protección en caso de siniestro. La suma asegurada debe ser acorde a los valores asegurados.
Al cotizar un seguro de vivienda, la AMIS recomienda tener a la mano la siguiente información: si es vivienda propia o rentada, si es casa o departamento, tipo de construcción y acabados, domicilio, valor aproximado de la propiedad (avalúo de la vivienda para tener una cifra más precisa), número de pisos y si es de uso habitacional regular o casa de descanso. La precisión de esta información ayudará a determinar el valor de la suma asegurada.
La AMIS enfatiza la importancia de asegurar las áreas comunes si se vive en un condominio y motivar a todos los habitantes o condóminos a contar con un seguro para cubrir todas las reparaciones, incluyendo las áreas comunes en caso de siniestro. Además, si se han realizado mejoras a la vivienda, es esencial actualizar la póliza para que sean consideradas en la cobertura de daño.
Por último, la AMIS recomienda comparar coberturas adicionales ofrecidas por diferentes compañías de seguros, como la remoción de escombros o los gastos extraordinarios derivados del evento, tales como hospedaje por la imposibilidad de acceso a la vivienda, mudanza y pérdida de rentas.
La AMIS resalta la importancia de contratar una cobertura adecuada al valor de la vivienda y pertenencias, e integrar un expediente que sustente su valor. Por ello, recomienda acercarse a un asesor o a los diversos canales de las aseguradoras para contratar la mejor opción adaptada a las necesidades de cada asegurado.