¡ A S Í E S !
Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
Los medios nacionales que son los más enterados de las noticias desde el centro del país, han dado la renuncia de Carlos Antonio Romero Deschamps a la secretaría general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), basados en el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador, en su entrevista mañanera y hemos de decir que le tomó casi un año, al jefe del ejecutivo federal, derrumbar al líder del más poderoso sindicato de Latinoamérica, pero hubo que recurrir según se ve, a un acuerdo que hará al tampiqueño, librar todas las acusaciones que le han hecho y permitir que el grupo de secretarios generales afines a éste designaran a Mario Limón Hernández, como su sucesor.
Bien, cuántas veces el presidente tuvo que tragar dulce de Puebla ante la impotencia de no librarse de Romero Deschamps, pero la presión de sus subalternos, principalmente Rocío Nahle, secretaria de Energía, quien quiere tener un sindicato sumiso y que le habrá susurrado quién sabe cuántas veces al oído, a Andrés Manuel, pidiéndole la cabeza de Carlos Antonio. Hoy que se dieron unas circunstancias más o meno afines a ese proyecto. ¡zas! Vino el guadañazo que costará si mal no intuimos, que el hoy ex dirigente nacional del sindicato petrolero, presentara su renuncia no como un corderito que va sin ninguna esperanza, a que lo sacrifiquen, sino orgulloso como aquel que tiene la seguridad de que la tempestad no le harán mayor daño.
Las averiguaciones a las querellas presentadas en contra de quien mantuvo el liderazgo del sindicato petrolero por poco más de 26 año –o sea el Porfirio Díaz de los petroleros–, continuarán un rumbo incidido para que el “castigo” a Romero Deschamps, sea no quitarle su ignominiosa –para los petroleros–, fortuna que acumuló a lo largo de ese tiempo y que permitió lujos a sus hijos y él mismo.
Lo cierto es que los 36 secretarios generales, quienes legalmente tienen la representación de los trabajadores de cada una de sus secciones reunidos en asamblea, le dieron su respaldo a Mario Limón Hernández de la sección 10 de Minatitlán –donde Rocío Nahle, tiene su imperio-, quien es ahora el secretario general del sindicato petrolero y con eso parece haberse acabado todo problema -al menos por la presencia de Romero Deschamps-, porque ahora es otro el dirigente; sin embargo, habrá que esperar a ver cómo los maneja el “jeñor Prejidente”.
Lo cierto es que para decirlo pronto, ya le hacía falta al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, tomar otros aires. Falta ver cómo se portará desde su inicio, el tocayo Limón Hernández, quien de entrada, parece tener buenos bonos en su sección y las cercanas. Ese ya es una ventaja que si sabe capitalizar y alcanzar la verdadera unidad en el Sindicato, podrá ser el líder durante un buen tiempo.
En tanto, hay que esperar las reacciones de las otras secciones del sistema, petrolero, donde había inconformidad contra Romero Deschamps, pero si Hernández Limón, sabe controlar todo este temporal, seguro que su sexenio, será miel sobre hojuelas y podrá incluso, ir preparando de ya, su reelección a la que los 36 secretarios generales, le habrán de dar “pa’lante”, pero eso es cosa de que el nuevo líder nacional sepa cómo ir acomodando las ficha del ajedrez político sindical y de que sepa rodearse de trabajadores que cumplan bien con sus compañeros sirviéndoles como es su obligación, no que los traten con la punta del zapato, ni que agarren el cargo para vender plazas, préstamos administrativos, de vivienda y otros beneficios más, a los que tienen derecho los trabajadores y por los cuales no tienen por qué pagar ni un solo centavo porque para eso les pagan con sus cuotas su omisión aparte del salario que les cubre Pemex Empresa “Productiva” del Estado (PEPE).
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