viernes, noviembre 22

Sociedad civil se organiza para brindar apoyo al personal de salud

Édgar Escamilla

Poza Rica, Ver.- Con materiales simples como canaletas de PVC, cinta adhesiva y acetatos, un grupo de ciudadanos está elaborando caretas protectoras que están donando a hospitales y a la población en general para reducir el riesgo de contagio con el nuevo coronavirus SARS CoV-2.

De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, Poza Rica acumulaba ayer jueves 143 casos confirmados de Covid-19 y de éstos, 44 se mantenían activos, pero durante las últimas 72 horas se estaban registrando 15 casos por día, lo que demuestra un crecimiento continuo de la enfermedad.

Las autoridades municipales respondieron al llamado del Gobierno del Estado, cerrando el acceso vehicular al primer cuadro de la ciudad, lo que disminuyó la concentración de personas en la zona de mercados, pero aún así, no todos los comercios ni el transporte público estaban cumpliendo con las medidas sanitarias.

Conscientes de la necesidad de detener los contagios, Gildardo Ramírez González e Israel Téllez González, decidieron apoyar durante la contingencia elaborando caretas para protección del personal de salud y de la población en general.

En su taller ubicado en la avenida Puebla, Gildardo comenzó a elaborar las caretas con la cubierta de una canaleta de PVC, utilizada en instalaciones eléctricas. Con ayuda de cinta de aislar unió las partes y colocó una película de acetato, rematando con una liga para sujetar la diadema a la cabeza.

Con una inversión de 15 pesos en promedio, elaboraron una careta cuyo valor comercial va desde los 50 hasta los 300 pesos o más. Institutos Tecnológicos como el de Poza Rica las han elaborado en impresoras 3D, lo que incrementa su costo, además de que consume gran cantidad de recursos y el tiempo de elaboración de cada diadema supera las tres horas.

Estas caretas ya han sido donadas a hospitales en esta ciudad, además de que están siendo entregadas sin costo a la población en general. Estas caretas se elaboran con sus propios recursos, además de que tienen en contra la disponibilidad del material.

Sin embargo, están demostrando que la sociedad civil puede sumarse a las tareas de contención de la enfermedad más allá de evitar salir de casa o portar un cubrebocas en la calle.

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